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IU quiere acabar con los problemas derivados de los ataques vandálicos a los autobuses de Tussam. / Foto: Antonio Acedo
Cada vez que un autobús de Tussam de las líneas que pasan por el Polígono Sur (30, 31 y 32) sufre un altercado, los vecinos sufren las consecuencias. Bien porque la línea cambia su recorrido o suspende temporalmente el servicio. Esto es precisamente lo que se propone solventar IU. Para ello, elevará en la junta municipal del distrito Sur de hoy una moción para que se lleve a cabo una reunión entre Policía y Tussam con la idea de que se trace un protocolo de actuación cuando se producen estos actos vandálicos y violentos para que se den soluciones para los vecinos afectados de la zona.
Y es que desde hace ya varios años los autobuses de Tussam vienen sufriendo de manera recurrente diversos ataques que además de causar daños materiales ponen en riesgo la seguridad de conductores y viajeros. IU considera que hasta ahora el Ayuntamiento, «lejos de alcanzar una solución al problema ha contribuido a agravarlo» al responder a estos actos de violencia «puntual» con el desvío o la suspensión temporal de las líneas, «lo que representa un castigo doble a sus usuarios que se quedan sin servicio cercano además de padecer las pedradas». Esta situación indigna a los vecinos del Polígono Sur que «se sienten discriminados y maltratados por el hecho de vivir en esta parte de la ciudad, asegura la moción de IU que denuncia que «no se puede dejar sin servicio a todos los habitantes de estos barrios por unos episodios concretos de vandalismo cometido en la mayoría de ocasiones por menores descontrolados».
De hecho, durante años las líneas no pasaban de manera habitual por la zona. Uno de los últimos ataques registrados se saldó con la detención de un menor de 10 años. Hasta septiembre de 2015 se registraron hasta 23 incidencias cuando circulaban por las calles Luis Ortiz Muñoz, Victoria Domínguez Cerrato y Orfebre Cayetano González. Los ataques se producían siempre de noche, entre las diez y las once y media. En nueve ocasiones, los autobuses fueron apedreados. Varios vehículos de las líneas 31 y 32 sufrieron daños considerables y no pudieron seguir circulando con normalidad por su recorrido habitual.