El binomio Peralta-Jiménez ya está roto. El fin de este vínculo profesional se ha fijado, según han declarado las dos partes, de forma cordial y poniendo a salvo la relación de amistad que alentó en su momento el establecimiento de esta pareja taurina que ya camina por separado.
Javier Jiménez ha ido más allá al señalar en el perfil de sus redes sociales que “han sido 5 años de muchos objetivos cumplidos, de entrega por cumplir nuestros sueños y de crecimiento personal y profesional”. El torero remacha ese clima cordial asegurando que “queda una amistad verdadera”. En esa misma línea, Peralta ha asegurado que la ruptura se ha producido “de mutuo acuerdo y de manera amistosa”.
El apoderamiento se había sellado en diciembre de 2012, cuando Javier Jiménez aún figuraba en el escalafón de los novilleros. El torero de Espartinas, forjado bajo la batuta de Antonio Ruiz ‘Espartaco padre’, llegó a la alternativa de matador de toros de la mano de Peralta después de despedirse de novillero por todo lo alto en la plaza de su pueblo ante seis utreros de distintas ganaderías.
El doctorado se celebró en la Feria de Abril de 2014 con el trasfondo de la polémica ausencia de las primeras figuras del momento tras las polémicas declaraciones de Eduardo Canorea. Enrique Ponce le cedió un toro de Juan Pedro Domecq en presencia de El Cid en una tarde que se resolvió con el corte de una oreja para el néofito, que dejó una excelente tarjeta de presentación en esa primera tarde como matador. En el resumen del ciclo publicado en El Correo se habló entonces de “la esperanzadora alternativa de Javier Jiménez, que se reveló como un torero con futuro, capacidad y renovado sentido estético”. El joven diestro mantendría ese tono notable en las dos ferias siguientes.
En cualquier caso, el mejor momento del tándem Jiménez-Peralta llegó en agosto de 2016 a raíz de la salida por la Puerta Grande de la plaza de Las Ventas del torero de Espartinas. Ése fue el cénit profesional de Jiménez, que encaró la temporada 2017 rodeado de un ambiente que, finalmente, no se ha podido mantener. En la presente campaña, sin suerte en Sevilla y Madrid, sólo se ha vestido de luces en cuatro ocasiones.