En el corazón del Polígono Sur, en un solar rodeado de equipamiento público, de propiedad estatal, y a cierta distancia de viviendas por motivos de seguridad. Un espacio que cumple los requisitos perfectos para poder levantar en el mismo la ansiada comisaría del Polígono Sur, y que se encuentra en la calle Padre José Sebastián Bandarán. El proyecto, de hecho, se encuentra a la espera de los informes que indiquen si este suelo es el apropiado para acoger la sede de la Policía Nacional en el barrio y que cuya construcción se complica después de que los Presupuestos Generales del Estado le dediquen un millón de euros a repartir en cuatro años.
Esta nueva ubicación, según ha podido saber este periódico, fue la propuesta presentada por la Oficina del Comisionado del Polígono Sur en la comisión interadministrativa del Plan Integral de este barrio celebrada el pasado 2 de diciembre, en la que estaban presentes Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Estado. Un nuevo planteamiento que se puso sobre la mesa después de que la anterior parcela en la que estaba proyectada la comisaría se descartara por cuestiones urbanísticas.
Tras desechar esta opción por la larga tramitación burocrática que esta requería, la comisionada, María del Mar González, y su equipo comenzó a trabajar para buscar un emplazamiento idóneo en el que ejecutar por fin el proyecto más deseado del barrio. Fue entonces cuando localizaron esta parcela de la calle Padre José Sebastián Bandarán que es propiedad del Ministerio de Fomento, con lo que solo sería necesario una cesión al Ministerio de Interior para poder abordar las obras. Se trata de un espacio que está rodeado de equipamiento público: una parroquia; instalaciones deportivas; un colegio; un centro mormón, que se está construyendo en la actualidad; y enfrente un centro de adultos y otro sanitario. Esto supone que en toda la manzana que le rodea no hay viviendas, lo que podría evitar posibles altercados. Además, el suelo se buscó pensando en el proyecto para la parcela de La Oliva, de tal forma que solo hubiera que hacer los retoques justos.
La propuesta fue trasladada en la citada comisión interadministrativa y fue recibida de muy buen agrado tanto por el Ayuntamiento, la Junta y especialmente por la Delegación del Gobierno, representada en la mesa por la subdelegada, Felisa Panadero. «Estamos estudiando la posibilidad de ubicar la comisaría en otro lugar», dijo tras anunciar que ya tenían localizados «unos terrenos que pueden ser muy positivos». Por su parte el entonces alcalde de la ciudad Juan Ignacio Zoido se comprometió a acelerar todos los trámites y darles «prioridad absoluta». Con este consenso entre las administraciones, se decidió solicitar una serie de informes que determinen si el suelo es el adecuado, en cuyo caso se iniciaría los trámites necesarios, o no, con lo que habría que buscar otra ubicación.
Sin embargo, los Presupuestos Generales del Estado han sido un jarro de agua fría, ya que en los mismos solo se han consignado para 2016 un total de 255.000 euros, a los que se sumarán cantidades similares en los tres años siguientes. En total, un millón de euros que resultan claramente insuficientes para acometer la construcción del edificio, ya que otros similares como la comisaría de la Macarena tuvieron un coste superior a los tres millones de euros. Un presupuesto similar al que se manejó para las instalaciones de la Policía Nacional en Sevilla Este.