La Constitución, ese gran punto de encuentro

La entrega de los XII premios Plaza de España se convierte en una reivindicación de la Carta Magna frente a «quienes quieren dinamitarla»

05 dic 2016 / 15:39 h - Actualizado: 06 dic 2016 / 14:00 h.
"Constitución Española"
  • La presidenta de Manos Unidas a nivel nacional, Clara Pardo Gil, recibiendo el galardón. /Jesús Barrera
    La presidenta de Manos Unidas a nivel nacional, Clara Pardo Gil, recibiendo el galardón. /Jesús Barrera

Afuera lucía el sol andaluz como si no fuera diciembre, para disfrute de turistas ebrios de selfies. En el interior –Delegación del Gobierno, torre sur de la Plaza de España– un grupo numeroso de invitados se apretaban al calor de otra cita, la de los XII premios Plaza de España, otorgados con motivo del trigésimo octavo aniversario de la Constitución Española. El concurrido acto, presidido por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, contó con el periodista Cristóbal Cervantes como maestro de ceremonias.

Los premiados de este año son los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas y Juan José Imbroda, respectivamente; el diplomático Inocencio Arias; el torero Juan José Padilla; el jurista Miguel Rodríguez Piñero, ex presidente del Tribunal Constitucional; la Brigada de infantería Mecanizada Guzmán El Bueno; el Centro de Acogida al Refugiado de Sevilla, dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, y Manos Unidas Sevilla.

«De vez en cuando vemos a políticos que denigran la Constitución y creen que van a encontrar así el bálsamo de fierabrás», afirmó Inocencio Arias en su discurso de recogida del galardón. «Se oyen cosas como que ‘yo no voté esa constitución’, pero he vivido en Francia, Alemania, Estados Unidos, países a los que pocas lecciones democráticas podemos dar, y allí nadie ha votado sus constituciones. Todos piensan que llegado el caso se pueden reformar, pero no dinamitarlas. No hacen gestos teatrales en busca de titulares. La Constitución es lo que es, como la Plaza de España es este monumento que tenemos aquí, y no lo que nos enseñaron en Lawrence de Arabia», dijo, para apostillar a renglón seguido: «Hoy que estamos en Andalucía, en la tierra de Manolete, y de Felipe González, y de Picasso, sabemos que todos se sentirían cómodos con esta Constitución».

En términos similares se expresó Miguel Rodríguez Piñero, para quien «recibir este premio significa que han pasado muchos años, y que uno ha hecho cosas», y según el cual «estamos en un momento importante de nuestra Historia en que la Constitución debe ser la vía necesaria para solucionar problemas y tensiones», din incurrir en ese «infantilismo» de ciertas personas que «están donde están porque existe la Constitución».

Una Carta Magna que, según abundó el ex presidente del Constitucional, «supuso nuestra emancipación», algo que en su opinión «debería ser enseñado a los jóvenes» y que, «si queremos que siga siendo el marco común de los españoles y de otras personas que vienen de fuera, y que son los que más aprecian nuestros valores constitucionales» es fundamental consolidar «la idea de solidaridad», agregó.

Por su parte, el diestro Juan José Padilla se llevó una de las ovaciones de la jornada. Admitió con humor que «para estas faenas no se viene preparado», y señaló que para él era «una alegría, un orgullo y un honor» recibir un galardón que, entiende, «no es solo para mí», sino un reconocimiento a todo el mundo del toreo «por su valor, esfuerzo, sacrificio, ética y afán de superación, desde el más modesto monosabio a las más grandiosas figuras del toreo, pasando por las gentes del campo». Para el torero, «habéis premiado también la libertad, que es el alma de la Constitución».

Un mundo más justo

Otras intervenciones destacadas fueron las de Clara Pardo Gil, presidenta nacional de Manos Unidas, quien quiso recordar en este acto «a los que trabajan para hacer de este mundo un mundo más justo e igualitario», y reafirmó el propósito de la institución que representa en «sensibilizar a la población española» y seguir una labor que no solo se desarrolla en España, sino también en numerosos países subdesarrollados.

Por su parte, María Fuencisla Rodríguez, en representación del Centro de Acogida al Refugiado de Sevilla, agradeció un premio que es «un estímulo para continuar», afirmó que «trabajamos buscando la integración de todas las personas que han tenido que salir de su país», y subrayó que «no podemos eliminar las causas por las que estas personas abandonan su tierra, pero sí podemos darles recursos para que salgan adelante».

El delegado del Gobierno, Antonio Sanz, aprovechó la cita para recalcar que «esta debe ser la legislatura del diálogo y el consenso», y no dudó en felicitarse por dejar atrás los tiempo en que «teníamos encima el fantasma del rescate, y éramos el garbanzo negro de Europa. Mírennos ahora», aseveró, aunque quiso matizar el triunfalismo y apuntó la necesidad de «respetar y valorar la Constitución como punto de encuentro», con una advertencia: «Quienes ahora no arrimen el hombro no van a estar a la altura moral que nos exigen los españoles»