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Clausura de la 31ª promoción del Programa Máster en Economíay Dirección de Empresas, del Instituto Internacional San Telmo. / Europa Press
Lo primero, una definición sencilla: las enseñanzas no regladas son aquellas no oficiales y no reguladas por la ley educativa en las que, al término de los estudios, quienes las cursan reciben un título o diploma propio del centro que las imparte. Es decir: sin valor oficial. Eso por un lado.
Por otro, la evidencia de que en los últimos años estas enseñanzas no regladas viven poco menos que una edad de oro. Porque la crisis ha mandado de vuelta a institutos no oficiales y academias de todo tipo a montones de sevillanos, y de españoles, en busca de mejorar sus conocimientos y aptitudes o, directamente, de formarse en ámbitos diferentes de aquellos en los que habían desarrollado su carrera profesional.
Con una salvedad: las academias especializadas en la preparación de oposiciones han vivido años difíciles ante la ausencia de ofertas públicas de empleo de las administraciones estatal, autonómicas y locales. Por ejemplo, Ecoem, referente en Sevilla para quienes preparan su ingreso a la función pública en el sector de la educación, llegó a perder un 50 por ciento de su facturación, según explicó en 2015 su director general, Javier Sánchez Menéndez. En enero de este mismo año, el propio Sánchez Menéndez comentaba que «las cosas empiezan a funcionar».
Por sectores, el de los idiomas es el más numeroso, tanto por la oferta como por el número de alumnos. Con clásicos como el Instituto Británico o la academia CLIC, y con el inglés como idioma más demandado, estas academias tienen la peculiaridad de que, además de expedir diplomas propios, preparan a un enorme porcentaje de sus alumnos para conseguir una acreditación oficial, con el conocido Firts Certificate a la cabeza. También es verdad que este es un nivel que cada vez superan más sevillanos, que buscan certificaciones superiores.
Comparten multitud de enseñanzas no regladas la idea de que en ellas se aprende aquello que no se alcanza en los institutos ni las universidades. Esa idea bastante generalizada de que hace falta algo más que un título oficial para estar preparado para desempeñar un puesto de trabajo con garantías, y para que las empresas perciban al aspirante como el candidato idóneo, es más que probablemente el eje sobre el que se cimenta toda la industria de la enseñanza no reglada.
Lógicamente, el cambiante mundo de la tecnología es un campo muy aprovechable para instituciones más pequeñas que las universidades y, por lo tanto, más capaces de modificar sus contenidos con rapidez. Es difícil enumerar los cursos para convertirse en community manager, por ejemplo. Por destacar alguno, el que imparte Blogosur en pleno centro de Sevilla y por el que ya han pasado 675 alumnos. Su precio: 180 euros.
El mundo de los negocios es otro nicho importante para la formación no reglada. Con dos nombres propios en Sevilla: el Instituto de Estudios Cajasol y el Instituto Internacional San Telmo.
El Instituto de Estudios Cajasol, con 30 años de historia a sus espaldas, destaca por su afán de impartir formación de calidad, que aúne innovación y experiencia. A estas alturas, se trata de una escuela de negocios que confía en su nombre para avalar la solvencia de los cursos y master que imparte, y garantiza «máximas facilidades de financiación». Su oferta es muy amplia, e incluye master en ámbitos tan diversos como finanzas, asesorías jurídica y fiscal, recursos humanos, negocios internacionales, marketing y comunicación.
El Instituto Internacional San Telmo, por su parte, define su objetivo principal como «el perfeccionamiento y formación de hombres y mujeres de empresa, mediante el desarrollo de las capacidades directivas de los participantes en sus programas». Un enfoque claro, que aspira «a cubrir todos los segmentos de la formación en el campo empresarial». Oferta programas de formación (Executive MBA. Programa Máster en Economía y Dirección de Empresas y Programa PIMEX, orientado a la pequeña y mediana empresa), de perfeccionamiento, programas agroalimentarios y cursos específicos de perfeccionamiento, además formación a medida.
La Junta como formadora
En junio de 2016, la Junta certifico con su publicación en el BOJA la reactivación de sus cursos de formación. Llevaban suspendidos cuatro años como consecuencia del caso del posible fraude cometido en sus concesiones.
En diciembre, la administración autonómica puso también en marcha una nueva convocatoria de proyectos de Escuelas Taller y Talleres de Empleo. Este programa también estaba paralizado, en este caso desde 2011.
En octubre de 2016, la pieza originaria del caso de fraude en los cursos de formación, también conocida como pieza política, fue archivada por la jueza Núñez, quien estimó que no existieron «malversación ni prevaricación ni menoscabo de fondos públicos ni una trama urdida desde la Administración para favorecer a una red clientelar». Sin entrar en la trama judicial, lo cierto es que la Junta es, por volumen, la mayor formadora de la comunidad. Es decir, que su vuelta a la actividad es una buena noticia.
Escuela de Negocios, 50 años con la vista en la empresa
Referencia. La vertiente formativa de la Cámara de Comercio adapta sus enseñanzas, presenciales y ‘on line’, al mercado
Hace mucho tiempo que la Cámara de Comercio de Sevilla no se puede entender sin su vertiente formativa. Por lo que respecta a las enseñanzas no regladas, la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Sevilla es, según define la propia organización, «una institución académica internacional con más de 50 años de historia y experiencia en la formación especializada para post-universitarios, desempleados, profesionales, directivos, empresas e instituciones».
Lo cierto es que, detrás de declaraciones con un aire más o menos institucional, la rama formativa de la Cámara se distingue, como parece razonable en una corporación formada por empresarios, por su «adaptación a las demandas de los mercados actuales y de nuestro entorno».
En todo caso, conviene aclarar que la oferta de la Cámara de Comercio en su campus de Eusa, ubicado en la Isla de la Cartuja, es muy amplia. Entre otras cuestiones porque incluye también estudios universitarios y ciclos de FP de grado superior.
La Cámara ofrece Master y Posgrados en su escuela de Negocios, y hasta 16 programas Master y 19 programas de experto en diez áreas diferentes, pero con el mundo empresarial como vínculo. Son las siguientes: dirección de empresas; internacional; comercial y marketing; comunicación; publicidad y periodismo; recursos humanos; turismo; contabilidad y finanzas; fiscal y jurídica, y diseño y nuevas tecnologías.
Un aspecto interesante es que la escuela de negocios ofrece enseñanzas de tres tipos: presencial –la de toda la vida–; on line –con una oferta creciente y muy demandada–, y la que ellos llaman in company. La expresión inglesa, como no resulta muy difícil de adivinar, viene a significar que la Cámara oferta a las empresas la opción de completar la formación de sus trabajadores «para potenciar al máximo sus capacidades y desarrollo en su trabajo». Los objetivos se definen de manera individualizada y específica para cada empresa, lo que incluye contenidos y material didáctico adaptados. El horario no es fijo, sino que puede adecuarse a la jornada de la empresa que lo solicite.
La enseñanza on line es, en tiempos de escasez de tiempo libre, muy demandada. Con un aliciente más: aquí incluyen prácticas voluntarias no laborales de cuatro meses en empresas. La Escuela de Negocios tiene abiertos en estos momentos varios cursos que pueden realizarse de modo no presencial: el curso Geriatría y gerontología; el llamado La memoria en las personas mayores; el denominado El almacén como gestión comercial en la empresa; La facturación como gestión comercial y, por último, el curso Marketing y Redes sociales.
En el terreno de los Master, las posibilidades de estudiar on line se multiplican hasta los 16, todos ellos de marcado carácter empresarial. En lo que se refiere a cursos on line, la Cámara mantiene abiertos ahora mismo nada menos que 317. Complicado no encontrar el curso adecuado.