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Plano de la reordenación al tráfico del entorno de la Torre de Sevilla, donde se adecuará una dársena con las paradas de los buses metropolitanos. / El Correo -
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, junto a Rafael Herrador (Caixabank). / El Correo
Primero fue una gran rotonda en la avenida Expo 92 para dar fluidez al tráfico. Luego, la habilitación del cambio de sentido en Torneo para acceder a la calle Baños, que descongestionaría la circulación de vehículos en la intersección de Arjona y el puente del Cristo de la Expiración. Y por último, el pasado mes de septiembre, la puesta en marcha del bus exprés, la lanzadera de Tussam que uniría la estación de Metro de Blas Infante con la Cartuja en poco más de tres minutos y medio. Tres proyectos que, en apenas dos años, han configurado la política del Ayuntamiento para la mejora de la movilidad en el entorno de la Torre Sevilla y a la que el gobierno de Espadas sumará ahora una última vía: la reordenación de las paradas de autobús para crear un nodo de transportes que relaje el acceso sur al rascacielos.
Se trata de un proyecto, con un plazo de ejecución de entre dos y tres meses y un coste cercano al millón de euros –financiado íntegramente por Caixabank–, que conllevará además la adecuación de nuevos itinerarios peatonales que conectarán estas nuevas paradas del transporte público con el acceso a Torre Sevilla y al parque de Magallanes, cuya apertura está previsto que coincida con la finalización de estas obras de reordenación de la movilidad en la zona a inicios de 2018. Junto a ello, se mejorará también la conectividad ciclista y se habilitarán nuevos espacios de arbolado y sombra que harán más cómodo el tiempo de espera de los usuarios.
En concreto, estos trabajos permitirán la construcción de una dársena de unos 60 metros de largo en la isleta triangular ubicada a los pies del acceso principal del edificio, entre la avenida Expo 92 y la calle Gonzalo Jiménez de Quesada, de similares características a la que utilizan las líneas de Tussam junto al parque de la Torre de los Perdigones. En ella se situarán todas las paradas de las 21 líneas del Consorcio Metropolitano de Transportes que prestan servicio en esta zona y que hasta ahora estaban emplazadas justo a la derecha de la bajada del puente del Cristo de la Expiración, junto a las pérgolas de la cabecera sur del parque de Magallanes, donde se colocarán además dos hileras de árboles. De este modo, se creará un «nodo de transportes», que ya estaba previsto en el PGOU del año 2006, y al que se sumará una regulación semafórica que dará prioridad a la salida de los autobuses desde este nuevo andén frente a la circulación de los vehículos privados.
Estas modificaciones también afectarán al conjunto de líneas de Tussam con parada en esta zona (5, 6, 43, C1, C2 y Bus Exprés) que serán reubicadas entre la avenida de los Descubrimientos y el espacio en el que se situaban hasta el momento los autobuses metropolitanos. Con ello, la entrada principal a la torre quedará despejada de vehículos, lo que se aprovechará para su reurbanización con una zona de carga y descarga para las oficinas y el hotel, la plantación de arbolado y la colocación de bancos jardineras como nuevo mobiliario urbano.
La idea del Ayuntamiento pasa, además, por facilitar la espera de los usuarios con la creación de zonas de sombra para resguardarse del calor y hasta de la lluvia. Para ello se instalarán unas marquesinas con bancos y se renovará la iluminación de todo el entorno, lo que facilitará la movilidad los viajeros a través de la generando de nuevos itinerarios peatonales. También está previsto que se fomenten los desplazamientos en bicicleta, con obras de mejora en el carril bici. La apuesta se completará con una nueva parada de taxi en la isleta.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, calificó esta proceso de transformación del entorno de Puerta Triana como «uno de los éxitos del 25 aniversario de la Expo 92» y como «un ejemplo de colaboración público-privada». En este sentido, advirtió que «son soluciones para la movilidad en un punto crítico de la ciudad» en el que la intención es «apostar por la intermodalidad». Un proyecto que, a su juicio, será «clave» en el desarrollo de esta zona, a la que volvió a denominar como «la manzana de oro» de Sevilla, y de la que además destacó «sus atractivos culturales y comerciales». También quiso señalar la relevancia de una «operación urbanística» en la que ya se han invertido seis millones de euros a los que se sumará ahora el casi millón de euros que costará este reordenación del tráfico.
Precisamente, gran parte del montante global –alrededor de cuatro millones de euros, abonados también por Caixabank– se han invertido en la adecuación del parque de Magallanes, entre la torre y el cauce del Guadalquivir, cuya apertura está prevista para inicios de 2018, coincidiendo con la reordenación de la movilidad en esta zona. De hecho, el gobierno municipal informó de que ambos proyectos se encuentran ya en su última fase de tramitación, de modo que las autorizaciones finales de la comisión ejecutiva de Urbanismo y de la junta de gobierno local podrían concederse en los próximos días. Un visto bueno necesario para el inicio de los trabajos de adecuación.