No es la primera vez que una de las estatuas de la ciudad es víctima del vandalismo. Hoy le ha tocado el turno a la de Curro Romero, situada en la pequeña glorieta junto a la plaza de toros en la calle Antonia Díaz. El monumento al diestro camero ha amanecido cubierto de pintura roja tanto en sus manos como en el rostro y con mensajes claramente antitaurinos. En el pedestal, en concreto, se puede leer la palabra ‘asesino’ y en la base que rodea a la estatua, los vándalos han escrito ‘la tortura no es cultura’.