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El policía Ricardo Morente en el lugar en el cree que está Marta. / Pepo Herrera -
El padre de Marta, Antonio del Castillo, siguiendo los trabajos de búsqueda que realizó la Policía en La Majaloba. / Efe
La conversación que el padre de Marta, Antonio del Castillo, tuvo el pasado viernes con Miguel Carcaño, el asesino de su hija, ha hecho que la familia de la chica se plantee volver a buscar el cuerpo en la zona de La Majaloba. Por su parte, y tras leer en la prensa el resultado del encuentro con Carcaño, el policía jubilado Ricardo Morente insiste en su teoría de que el joven se equivocó y marcó la carretera de La Rinconada, en lugar de la que lleva a La Algaba. «No sé si Marta estará allí, lo que sí estoy seguro es de que la chica está enterrada en una zona próxima a San Jerónimo», asegura.
Que el cuerpo de Marta no haya aparecido en la dársena del río después de una semana de rastreo por parte de los buzos de la Policía Nacional ha sido una «decepción» para la familia de la joven. Su padre lo explicaba así a los periodistas el pasado sábado, cuando les relató su encuentro en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) con Carcaño. Una visita a la desesperada, el mismo día en el que la búsqueda en el río tocaba su fin, para poder encontrar el cuerpo de su hija. Carcaño le recibió y reiteró su última versión, que su hermano –absuelto por sentencia firme del Tribunal Supremo– fue el que «se encargó de todo» y decidió enterrar el cuerpo en una finca junto a la carretera de La Rinconada. El propio Del Castillo admitía ante la prensa que seguirá buscando a Marta «como pueda», sin pedirle nada a la Policía.
Ayer, el abuelo de la joven, José Antonio Casanueva, explicaba que la familia tiene intención de seguir trabajando en esta zona. «Vamos a seguir buscando por La Majaloba, el último lugar que indicó Miguel», señala a este periódico. Del Castillo ya lamentó ante los periodista tener que recurrir a la Policía «y montar la que hay que montar» para buscar a Marta en el río. «Aquí no tengo medios para buscar, si no lo hubiera hecho yo», indicaba el primer día de rastreo en la dársena.
Ellos creen que Carcaño está contando ahora la verdad, después de verse en prisión siendo el único condenado por este crimen –el Cuco fue condenado como encubridor– y sin recibir ninguna visita, pues el único contacto que tiene es por teléfono con su abogada. Quien también cree que el joven dice ahora la verdad es el policía jubilado Ricardo Morente. Este agente perteneció durante 13 años al Grupo de Homicidios de la Policía Nacional y fue quien resolvió el crimen de Almonaster la Real (Huelva). Un caso en el que una mujer y su hijo estaban desaparecidos desde hace 18 años, y el caso estaba a punto de prescribir. Finalmente, y tras seguir al principal sospechoso logró encontrar los cuerpos en un pozo de una finca y consiguió que el autor fuera detenido.
Morente estaba aún en activo cuando desapareció Marta del Castillo. «El 26 de enero a las cuatro de la tarde estaba yo por León XIII preguntando a los vecinos», recuerda el agente jubilado. Fue en septiembre de 2012 cuando se jubiló y entonces comenzó a investigar el caso por su cuenta con lo que pudo recopilar esos primeros días y con lo que leyó en la prensa. Eso le hizo llegar hasta una zona junto a la carretera de La Algaba que «reúne todas las características que ofreció Miguel en su última declaración», incluidas unas palmeras que este dijo que había visto aquella noche.
Su teoría es que Carcaño se equivocó de carretera y que en lugar de tomar la vía hacia La Rinconada, como él dijo, «aquella noche tomaron la de La Algaba». «Es normal que se equivoque, son las dos muy parecidas y esa noche, entre los nervios, el frío y la lluvia, puede que se equivoque. Él iba en una moto siguiendo a su hermano, no se fijaría más que en los pilotos del coche», sostiene el agente retirado.
«No sé si Marta está ahí o no, eso no lo puedo asegurar», explica Morente, pero lo que sí tiene claro es que «mirar en esta zona no tiene más de dos días de trabajo y si se ha mirado en otros puntos por qué no mirar aquí y quedarnos tranquilo», señala. Él mismo intentó buscarlo, pero por la zona pasa una tubería de la mina Cobre Las Cruces y «hablé con ellos pero no me dieron permiso para abrir una zanja. Solo hay que pedirles el permiso a ellos porque es un suelo sin propiedad». Lo que sí tiene muy claro Morente es que «el cuerpo de esta chiquilla está en una zona muy cerca de San Jerónimo».
Este policía jubilado no cree que el cadáver fuera cambiado de sitio por el hermano de Miguel, como dice este. «Es muy difícil. Hay una denuncia por desaparición al poco tiempo, y sabiendo que ya estaba la Policía encima es difícil que lo hiciera. Mover un cuerpo no es nada fácil. Por eso me inclino más porque Carcaño se equivocara de carretera». La Policía, tras entrevistarse con él, ya descartó esta zona.