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Fachada del Rectorado de la Universidad de Sevilla en el edificio de la Real Fábrica de Tabacos. / Txetxu Rubio -
La Facultad de Ciencias de la Educacion. / El Correo
El Ranking de Shanghai por materias, que se publicó en la noche del viernes, ha servido para confirmar que la Universidad de Sevilla se ha colocado en la élite mundial de las matemáticas con un brillante puesto 49, pero sirve también para ubicar a la Hispalense en el contexto de las universidades españolas. Porque al primer puesto en España de las matemáticas se unen otras posiciones destacadas, buena parte de ellas en el ámbito de las ingenierías. Y dos segundos puestos en Educación en el territorio nacional, aunque empatada con otras cuatro universidades españolas, y en ingeniería en automatización y control.
Sorprende también que en ciencia y tecnología de los alimentos la posición 43 a nivel mundial valga sólo para situarse en el puesto séptimo en España.
El Ranking de Shanghai por materias, como las principales clasificaciones internacionales, tiene una innegable validez, si bien hay que mirarlo con prudencia. El predominio abrumador de las más potentes universidades del mundo anglosajón obedece en parte a que la clasificación se establece en función de algunos criterios que sólo se alcanzan con una capacidad económica que permita atraer a los investigadores y docentes de mayor prestigio y más premiados. Por ese mismo motivo ocupan posiciones elevadas numerosas universidades privadas asiáticas, que siguen en buena medida el modelo inglés y norteamericano. En el polo opuesto en todas estas cuestiones se encuentran las universidades públicas españolas, y seguramente más las de mayor tamaño, como la Universidad de Sevilla. Por dos cuestiones fundamentales: no cuentan con recursos económicos para atraer a talentos de primera fila mundial –salvo elecciones por motivos personales– y mantiene titulaciones poco valoradas en general y con delicadas perspectivas laborales.
Hecha la puntualización, destaca el hecho de que los resultados en Educación no son los mejores que la US alcanza a nivel internacional, pero sí en el ámbito nacional. De manera que su posición en el rango 201-250 global se traduce en el segundo puesto en España, sólo por detrás de la Universidad de Barcelona (101-150) y empatada con la Universidad Autónoma de Barcelona, la Autónoma de Madrid, la Universidad de Granada y la Universidad de Valencia, todas ellas situadas entre el 201 y el 250.
Un caso opuesto es el de la ingeniería en ciencias y tecnología de los alimentos, campo en el que la Hispalense se coloca en un tremendo puesto 43 global. La sorpresa surge cuando se mira el ranking para descubrir que hay otras seis universidades españolas por delante. La Politécnica de Valencia (16), la Universidad de Valencia (21), la de Granada (30), la de Barcelona (36), y la Complutense y la Universidad de Lleida, que empatan en el puesto 40.
En el ámbito nacional destaca también el segundo puesto de la ingeniería de la automatización y control, que en el global se coloca en la posición 76. Sólo la Politécnica de Cataluña aparece por delante en el listado, en concreto en el rango 51-75.
La ingeniería eléctrica y electrónica es otra materia destacada para la Hispalense, que logra el cuarto puesto nacional, empatada con otras dos universidades: la Politécnica de Madrid y la Universidad de Granada, situadas en el rango 151-200, al igual que la Hispalense. Por delante de la sevillana aparecen la Politécnica de Cataluña (51-75), la Autónoma de Barcelona (101-150) y la Pompeu Fabra (101-150).
Las ingenierías logran en general calificaciones elevadas que les sirven para destacar entre la oferta universitaria nacional. Ingeniería mecánica, entre el 201 y el 300 mundial, alcanza la quinta plaza en España. Instrumentos en ciencia y tecnología (101-150 global) y ingeniería química (201-300) aparecen en la sexta posición nacional. Ingeniería informática aparece en el séptimo puesto nacional (201-300 mundial).
Fuera de las ingenierías, agricultura (151-200), dirección de empresas (201-300) y farmacia (301-400) comparten un séptimo puesto nacional.
El ranking es útil, en definitiva, para conocer las fortalezas de la US, y sus debilidades, porque no todas sus enseñanzas encuentran hueco entre las 500 que el listado refleja.