Las más de 400 hectáreas que conforman la dehesa de Tablada viven un nuevo capítulo más del largo culebrón en el que se ha convertido su recuperación como espacio verde y público.

Esta semana el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, anunciaba, tras una reunión con la ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, cuáles habían sido los trabajos que ha ido desarrollando de manera interna el Consistorio hispalense, y en coordinación con la Junta de Andalucía, para desbloquear la situación en la que se encuentra estos terrenos desde hace ya casi veinte años.

El regidor hispalense explicó entonces que el primer paso para sacar del «limbo» la dehesa pasa por la colaboración del Ministerio al que el Consistorio solicitó –mediante una carta del director general de Medio Ambiente, Parques y Jardines de Sevilla, Adolfo Fernández Palomares, al jefe del servicio provincial de Costas– que ejecute la última sentencia del Supremo, de julio del pasado año, en la que ratifica la necesidad de reservar para el dominio público la franja de 200 metros de ancho y 3,8 kilómetros de largo de los terrenos de Tablada más próxima al Guadalquivir.

En total unas 78 hectáreas, un 19 por ciento de la superficie, que dependen de este Ministerio y que ahora el Ayuntamiento quiere que, una vez sean declaradas públicas, el Estado se las ceda, gracias a un acuerdo de colaboración entre ambas administraciones, que sería un segundo paso en el proceso.

El Consistorio por su parte haría de este espacio, que supone una quinta parte del total, la primera fase del anunciado parque periurbano por el que Espadas abogaba ya cuando aún era líder de la oposición. Un espacio verde «para todos los sevillanos» cuyo modelo no es otro que el parque natural de los Toruños de Cádiz, que cuenta con una red de senderos para bicicletas y caminantes, miradores y torres de observación, así como varios puentes de madera sobre los cauces de los caños. En el caso de Tablada, al menos por el momento, la idea es abrirlo al público con «una inversión mínima». Los arreglos, según aseguró el alcalde, serían mínimos para facilitar el acceso en bicicleta y potenciar el deporte aéreo, muy vinculado a estos terrenos históricamente. Esta bolsa de terrenos tendrá además una conexión directa con el parque Vega de Triana.

Los plazos para que esta primera fase se lleve a cabo están supeditados, en cualquier caso a la premura del Ministerio de Medio Ambiente en su declaración y posterior cesión. Es precisamente del Estado de quien también dependerá una segunda fase. En esta ocasión se trata de la cartera de Defensa, propietaria de otra parcela. La cesión de los 2.500 metros de longitud de los carriles y los 7.000 metros cuadrados de superficie del Camino de las Huertas permitirían el acceso y servirían de conexión entre Sevilla y el futuro parque periurbano.

El tercer paso, y quizá el más importante teniendo en cuenta que casi 300 de las 400 hectáreas del terreno están en manos privadas, es la negociación con los propietarios para la enajenación de los suelos o, en caso de que no fuera posible el acuerdo, la expropiación. «Aunque esto todavía no está visto», dijo el alcalde esta semana. Y es que esta opción nunca se ha descartado pero el gobierno local tampoco la ha puesto sobre la mesa a las claras. Eso sí, el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, ya advirtió en el pleno de octubre de 2015 cuando se aprobó una moción en la que se acordaron varias medidas para que Tablada fuera efectivamente una zona verde y pública, que se trata de un suelo rústico, «independientemente de lo que pagaran los bancos en su momento, tiene el valor que tiene».

Este es por tanto, el plan en el que Ayuntamiento y Junta han estado trabajando en las diversas reuniones que han mantenido desde el arranque del mandato. Unos encuentros, de carácter técnico, que, según aseguraban, estaban encaminados a buscar una salida al «limbo jurídico» en el que se encontraban los terrenos. «Hay que decidir cómo se avanza para que tenga un uso público de una vez por todas», apuntó el alcalde tras un encuentro con el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal.

Un plan que se ha fraguado, eso sí, sin llegar a crear en ningún momento la comisión técnica y ciudadana que se aprobó en el pleno hace casi un año y medio. Esta comisión, por las afirmaciones del alcalde, se convocará una vez trasladada la propuesta formalmente al Ministerio de Medio Ambiente y se limitará a los grupos municipales y a la plataforma en defensa de Tablada con quienes definirá, ahora sí, el proyecto que se podrá ejecutar en esa parcela pública, de más de un millón y medio de metros cuadrados, así como marcará los siguientes pasos a seguir para hacer de estos terrenos un nuevo gran parque para la ciudad. Proceso que, con el planteamiento hecho por el gobierno local, dependerá ahora en gran medida de la voluntad y premura del Estado.