La jueza de los ERE dice que ha acabado con el atasco del juzgado

Núñez llegó al juzgado en 2015 para suplir a Mercedes Alaya, la juez que en 2011 abrió la macrocausa de los ERE y que pidió un ascenso a la Audiencia de Sevilla y lo consiguió

15 jun 2017 / 13:49 h - Actualizado: 15 jun 2017 / 14:27 h.
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  • La jueza Nuñez Bolaños, en su despacho. / EFE
    La jueza Nuñez Bolaños, en su despacho. / EFE

La juez que instruye el caso de los ERE, María Núñez Bolaños, cumple mañana dos años al frente del juzgado de instrucción 6 de Sevilla, tiempo durante el cual ha subrayado que se ha terminado con el «atasco» que se arrastraba por la apertura de numerosas macrocausas.

«Las matemáticas no engañan. La macrocausa más antigua, que era la del delito societario de Mercasevilla, de 2009, ya está en la Audiencia, igual que el procedimiento específico (conocida como pieza política de los ERE) y Surcolor. En los próximos días van a estar en la Audiencia Acyco, Cenforpre y Trujillo», ha resumido la juez a varios periodistas que cubren la información de tribunales.

Núñez llegó al juzgado en 2015 para suplir a Mercedes Alaya, la juez que en 2011 abrió la macrocausa de los ERE y que pidió un ascenso a la Audiencia de Sevilla y lo consiguió.

«Hemos pasado del colapso del juzgado a colapsar la Audiencia. El atasco salta de edificio», resume Núñez el cambio de tendencia experimentado en el juzgado que dirige, en el que durante los primeros seis meses no tuvo certeza de qué causas instruiría por el interés de Alaya en continuar con las macrocausas.

Para solucionar ese nuevo atasco, ha recordado que la propia Audiencia ha pedido una sección de refuerzo y ha subrayado que «la gente tiene derecho a que sus procedimientos se resuelvan de una forma ágil, porque la instrucción de las causas no puede durar cinco o diez años más».

Finalmente, Alaya se instaló en la sección séptima de la Audiencia y Núñez, que procedía de los juzgados de familia, dirigiendo el juzgado de instrucción 6 de Sevilla con dos jueces de refuerzo, una decisión de cambio de sede judicial de la que asegura que no se arrepiente.

Transcurridos dos años en su destino, la juez ya puede cambiar de juzgado, aunque «en principio» no tiene pensado marcharse porque «estoy contenta con el trabajo que se está haciendo, con archivos ordenados y organizados».