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El canal de la Expo está reservado en el PGOU para equipamientos y parking. Ahora solo lo ocupan los jaramagos. / Manuel Gómez
La Junta aparca, seis años después de encargar un estudio de alternativas, su idea de reutilizar la antigua ría de la Expo como parking. Y lo hace porque, en estos momentos, considera que no es necesario. Aunque la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, desempolvara el pasado verano, a través de una respuesta parlamentaria al PP, la opción de habilitar un aparcamiento subterráneo público, la realidad es que, desde la Junta, están convencidos de que la reapertura de las parcelas libres existentes en la avenida Carlos III, hace un año y con capacidad para 2.328 plazas de aparcamientos gratuitos, cubren suficientemente la demanda de los trabajadores que acuden al parque científico con su vehículo privado.
La Consejería de Fomento, a través de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación (AVRA), redactó un estudio previo con el fin de analizar las posibilidades de generar aparcamientos en la parcela que Patrimonio de la Junta dispone en la isla de la Cartuja en los antiguos canales de la Expo. Un estudio que, según Fomento, se realizó por la demanda existente, aun los estudios de campo elaborado por AVRA siempre han concluido que «en Cartuja siempre ha habido excedente de plazas en parking subterráneo que estaban y están infrautilizados».
El estudio se elaboró teniendo en cuenta las directrices del PGOU, que reserva para ese suelo equipamientos ligados a servicios avanzados. El estudio, en concreto, contemplaba, además de edificios, hasta 2.688 plazas en la propuesta más ambiciosa. Pero no tuvo recorrido, al desecharse por la alternativa de la bancada de Carlos III.
Este descarte llega semanas después de que la movilidad en la Cartuja volviera a ser tema de debate, después de que el Círculo de Empresarios de Cartuja 93 desvelara un sondeo, que se realizó a 3.523 personas, concluía que más del 60 por ciento de los trabajadores y estudiantes acuden en su coche hasta el parque.