«La manipulación incorrecta» del freno causó el siniestro de Valme

La «única hipótesis» de la Policía apunta a un «error humano» que achaca al ascensorista del centro

24 oct 2017 / 23:06 h - Actualizado: 24 oct 2017 / 23:18 h.
"Sucesos"
  • El marido y el padre de Rocío Cortés Núñez, en una concentración ante las puertas del hospital de Valme, días después del accidente mortal. / Jesús Barrera
    El marido y el padre de Rocío Cortés Núñez, en una concentración ante las puertas del hospital de Valme, días después del accidente mortal. / Jesús Barrera

La clave del accidente que hizo que Rocío Cortés Núñez perdiera la vida atrapada en un ascensor del hospital de Valme tras haber dado a luz a su tercera hija, está en los tres minutos que transcurren desde la llamada de alerta del celador hasta que el elevador se acciona con las puertas abiertas, aprisionando la cama en la que estaba siendo trasladada la joven de 26 años. Tres minutos en los que la Policía Nacional cree que el ascensorista del centro, que ha sido citado a declarar como imputado, pudo levantar la palanca del freno de mano, dejando al aparato con «todos los elementos de seguridad desactivados». Un «fallo humano», que según los investigadores, es «la única hipótesis» tras el trágico siniestro.

Son las conclusiones a las que llega el informe policial entregado por el Grupo de Homicidios al Juzgado de Instrucción número 1, al que tuvo acceso este periódico, y que revela un dato hasta ahora desconocido. Rocío Cortés se quedó encerrada en el ascensor con el celador que la trasladaba a su habitación situada una planta más arriba de la que se encontraban en ese momento. El sanitario «llamó desde su teléfono corporativo a la centralita para comunicar que se había quedado encerrado». La centralita a su vez dio el aviso al ascensorista. Tres minutos después la centralita recibe una llamada del «Control de Enfermería del hospital en la que se indica que una persona había quedado atrapada». «Desde que se da el aviso al ascensorista de que el elevador se encuentra parado, hasta que se produce el accidente mortal, transcurren cerca de tres minutos, en los que no se tiene constancia de las actuaciones llevadas a cabo por el ascensorista», que tiene un despacho en la planta 11.

La investigación pericial de las causas del accidente fue designada a la empresa externa Atisae. El análisis de esta empresa concluye que «para que el ascensor se desplazase hacia arriba a gran velocidad estando las puertas abiertas, es imprescindible que el dipositivo de freno se abriera».

Esta circunstancia se podía dar por tres motivos: «fallos mecánicos debidos a la rotura de elementos que intervienen en la suspensión del ascensor», «fallos eléctricos y de seguridades», o «fallos electrónicos de la placa de control». Sin embargo, los técnicos comprobaron que «no se había producido ningún fallo de los mecionados». Además, añaden que desconocen «si por parte del ascensorista se siguieron correctamente las actuaciones para realizar el rescate con seguridad, por lo que no puden descartar un fallo humano en las maniobras de rescate».

Un error que la Policía achaca a «una manipulación incorrecta del ascensorista de Orona» F.C.D., quien en su declaración policial –ante la empresa que hizo el peritaje se negó– dijo que tras recibir la llamada se fue hacia el cuadro de mandos y «antes de que le diese tiempo a manipularlos escuchó un fuerte ruido que le extrañó». En cambio, los agentes sospechan que «tuvo tiempo suficiente» para manipularlos.

Es más, creen que la única explicación a que se produjera el «desbloqueo del freno que provocó la subida a gran velocidad» es que se produjese la «apertura del freno de mano». Una técnica «habitual entre los ascensoristas» para «hacer que el ascensor se eleve cuando se encuentra atrapado entre dos plantas», aunque se debe hacer cumpliendo una serie de medidas de seguridad, como «desconectar el interruptor general, comprobar la posición de la cabina e informar al pasajero». Según la declaración del celador «no se efectuaron» estas medidas que evitan que el elevador se accione, ya que esta técnica «desactiva todos los mecanismos de seguridad».

Por todo ello, la magistrada ha citado a declarar como investigado al ascensorista el próximo 18 de enero. Ese mismo día también ha llamado como testigos a dos peritos.