La necesidad de tener un
buen sueño

Salud. Las personas que no duermen bien son más propensas a padecer cierto tipo de enfermedades. La calidad de vida depende directamente de cómo sea el descanso

19 mar 2017 / 12:16 h - Actualizado: 19 mar 2017 / 21:29 h.
"Salud pública","Dormir o no dormir"
  • Los médicos recomiendan que no se miren pantallas (teléfonos, tabletas, etc) antes de dormir. Y es aconsejable alejar <br />el móvil. / Efe
    Los médicos recomiendan que no se miren pantallas (teléfonos, tabletas, etc) antes de dormir. Y es aconsejable alejar
    el móvil. / Efe

Dormir bien es fundamental para poder tener una buena calidad de vida. El cuerpo humano necesita del descanso para poder regenerarse y poder continuar con la actividad del día a día en plenas condiciones. Es una necesidad dado que si alguien fuera privado del sueño terminaría falleciendo.

Aunque cada persona tenga unas necesidades distintas respecto al tiempo de sueño que necesita, los expertos apuntan a ocho horas como el tiempo óptimo de descanso. A lo largo de todo este tiempo, el sueño tiene varias fases y cada una de ellas tiene una función concreta. En caso de que la persona no tenga un buen descanso y no tenga un sueño reparador y de calidad, puede tener efectos secundarios como la aparición de diversas enfermedades. Por ello, siempre se recomienda a quienes no duerman bien que acudan a un médico especialista.

A grandes rasgos, el hombre duerme para poder estar despierto durante el día, y dado que está despierto de día necesita dormir de noche. Los trastornos del sueño pueden ser de cuatro tipos. El primero de ellos consiste en los problemas para conciliar el sueño y mantenerse dormido, un trastorno que se denomina insomnio, mientras que la somnolencia diurna excesiva hace referencia a los problemas para permanecer despierto. En tercer lugar se encuentra el trastorno para mantener un horario regular del sueño mientras que el cuarto tipo de trastorno del sueño afecta a los comportamientos inusuales que lo interrumpen.

Para que el sueño sea completamente reparador, deben completarse por completo las diferentes fases del sueño. La primera de ellas es la fase de adormecimiento, en la que durante unos diez minutos ocurre la transición entre la vigilia y el sueño. Ocupa un diez por ciento del total del sueño y se pueden dar alucinaciones tanto a la entrada como a la salida de esta fase.

La segunda es la del sueño ligero, donde se reduce el ritmo cardíaco y el respiratorio y es el momento en el que sin darse cuenta pega una patada al aire sin saber muy bien por qué. Al ser las pulsaciones tan bajas en ese momento, el cerebro tiene dificultades para tener contacto con el resto del cuerpo, por lo que manda un impulso para cerciorarse de que la conexión entre el cerebro y el cuerpo funciona de forma correcta.

La tercera fase, por su parte, es una transición hacia el sueño profundo y dura pocos minutos, mientras que la cuarta es la fase del sueño lento. Aquí, las ondas cerebrales son bastante amplias y el ritmo respiratorio muy lento. Al ser tan profundo cuesta bastante que la persona se despierte mientras se encuentra en esta cuarta fase, que dura unos 20 minutos aproximadamente y supone alrededor del 20 por ciento del total del sueño. Según los expertos, dependiendo de cómo se desarrolle esta fase el sueño será finalmente de mayor o menor calidad, aunque esta determinación siempre será subjetiva según si la persona siente que el sueño ha sido reparado o, sin embargo, se ha levantado de la cama con la sensación de no haber descansado de forma correcta.

Tras la cuarta fase llega la denominada fase REM, en la que se acelera el ritmo del corazón y la respiración, la presión arterial aumenta y no se puede controlar la temperatura de nuestro cuerpo. En esta fase ocurren la mayoría de los sueño que se tienen y aunque se pueda soñar en las otras fases, nunca serán tan intensos como en la REM.

Enfermedades

Aquellas personas que no logran dormir bien pueden sufrir enfermedades de varios tipos dado que resulta vital para el organismo un buen descanso. El sistema digestivo es uno de los afectados ya que las personas que sólo duermen unas pocas horas cada día suelen aumentar progresivamente su índice de masa corporal ya que el cuerpo reduce la producción de leptina. Esta hormona se encarga de regular el almacenamiento de la grasa y por lo tanto ante la falta de sueño el organismo no logra eliminar correctamente las grasas innecesarias.

La falta continua de sueño también puede provocar que la persona afectada sufra diabetes, porque el cuerpo humano ofrece una mayor resistencia a la insulina. Concretamente, entre el 38 y el 45 por ciento de los pacientes con diabetes sufren trastornos del sueño, y la probabilidad de sufrir este mal es el doble en aquellas personas que duermen menos de seis horas. De esta manera, ser diabético predispone a padecer problemas relacionados con el sueño al tiempo que dormir poco favorece que la persona pueda ser diabética.

La pérdida de memoria es otra de las consecuencias que pueden sufrir las personas que no duermen lo suficiente porque cuando uno está cansado es más habitual que se olvide de las cosas. Esto se explica porque durante el sueño, fundamentalmente en la fase REM, tienen lugar los procesos de almacenamiento de la memoria y se ordena todo el material cognitivo aprendido. La falta de sueño también puede provocar osteoporosis ya que ante la falta de descanso se reduce la densidad mineral de los huesos y la médula ósea y aumenta considerablemente el riesgo de sufrir una fractura de hueso. De la misma manera, la falta de sueño también provoca que el organismo produzca mayor cantidad de sustancias químicas y hormonas que puedan afectar al ritmo cardíaco. Así, las personas que habitualmente no logran dormir más de seis horas presentan un 49 por ciento de riesgo de sufrir una patología cardíaca.

La esperanza de vida también se ve afectada de forma directa por la falta de sueño, según los estudios médicos. Aquellas personas que duermen habitualmente menos de siete horas presentan una esperanza de vida más corta que el resto. También, aunque de forma indirecta, la mala calidad del sueño le puede provocar un accidente laboral, así que quienes tendrán alguna enfermedad no deben dejar de visitar a su médico.