La obra de arte la llevan puesta

Fibes acoge hasta hoy la Sevilla Tattoo Convention, una cita con el arte de dibujar en la piel y sus industrias aledañas donde se muestran las últimas tendencias e innovaciones

03 feb 2018 / 20:55 h - Actualizado: 03 feb 2018 / 23:16 h.
"Arte"
  • Uno de los profesionales presentes en la convención realiza un tatuaje. / Reportaje fotográfico: Jesús Barrera
    Uno de los profesionales presentes en la convención realiza un tatuaje. / Reportaje fotográfico: Jesús Barrera
  • Muchos aficionados han aprovechado la cita para ampliar su colección.
    Muchos aficionados han aprovechado la cita para ampliar su colección.
  • Las tablets han sido una de las grandes protagonistas de la cita.
    Las tablets han sido una de las grandes protagonistas de la cita.

Jose Carlos y Fanny deambulan entre los expositores con aire de curiosidad. Ella tiene dos tatuajes y no descarta ampliar la colección, él se está pensando mucho lo de hacerse el primero. «Me da más miedo una aguja», dice sonriendo con cierta aprensión. «La idea la tengo: las manos de mi madre cruzadas. Pero no me atrevo. Tal vez aquí...»

Aquí es la Sevilla Tattoo Convention, una cita con el arte de dibujar en la piel que durante tres días ha venido reuniendo a tatuadores de 18 países y tres continentes, incluyendo China, Alemania, Argentina, Brasil o la Polinesia. Y la citada pareja son solo un ejemplo de los muchos sevillanos –aunque también se dejan ver no pocos turistas– que acuden a tomar ideas... o directamente a dejarse perforar.

Prácticamente en cada expositor hay uno o más tatuadores trabajando sin parar. El ambiente tiene algo de hospital de campaña, con torsos desnudos y extremidades desenfundadas, aunque en este caso el dolor es voluntario y hasta placentero: se trta de llevarse puesta, y para siempre, una obra de arte. Para distraerse de la operación –algunos de estos trabajos requieren horas– todos echan mano de sus teléfonos móviles, ya sea para chatear o escuchar música.

«Cada año supera el anterior», afirma Íñigo Abril como parte de la organización del evento, que se repetirá en fechas próximas en Euskadi, Zaragoza, Valencia, Málaga y Sabadell. «Hay quien lleva años siguiendo todas nuestras convenciones, porque el tatuaje en España ha alcanzado un nivel increíble. De medio centenar de premios que damos en toda la convención, solo dos van a parar a tatuadores de fuera. Eso habla a las claras de la calidad que tenemos».

En Fibes pueden contemplarse las últimas tendencias de esta disciplina, aprender técnicas innovadoras o dejarse sorprender por avances como el audiotattoo, que cuenta con una única especialista en España. «Pasas el móvil por el tatuaje con una aplicación especial, y sale el sonido que deseas», comentan los promotores.

«Nos piden literalmente de todo», comenta un conocido tatuador de Barcelona, que ha venido expresamente para la convención. «Nosotros estamos especializados en realismo, vienen con muchos retratos de familiares, estrellas de música o cine... Pero también piden escenas de sado, de porno, lo que se les pase por la cabeza».

Sea como fuere, el mundo del tatuaje hace rato que dejó de ser cosa sórdida o marginal. De hecho, en la convención se ven numerosos niños, y hay incluso un taller de iniciación al maquillaje para efectos especiales dedicado concretamente a ellos, que causa sensación. «No sabemos cuándo volverán a ducharse», bromea uno de los monitores.

Inés y Juan, 7 años y un año y medio respectivamente, pasean fascinados entre los muestrarios de dibujos. «Es la primera vez que vienen y parece que les está gustando mucho», dicen sus padres, pero cuando le preguntan a Inés si se haría algún día un tatuaje, duda mucho. Tiempo al tiempo...

Claro que la Sevilla Tattoo Convention no solo vive del tatuaje puro y duro. En una esquina hay un taller de body painting, y por la tarde se espera una exhibición de muay-thai, «ya que en Tailandia el tatuaje y las artes marciales forman parte casi de una misma cultura».

Se convocan seminarios, sesiones de danza urbana y twerking, un concurso de miss y mister Tatuaje, un número de payasos diabólicos animando el ambiente... Además, el visitante percibe que hay toda una industria alrededor de este arte corporal, y no solo hablamos de las camisetas, láminas, monopatines dibujados, los anillos de acero con figuras imaginativas o las calaveras decorativas de mil formas y colores. También se venden máquinas para tatuar, productos como vaselinas, jabón neutro especial, pegatinas para curar la piel, cremas regeneradoras... «Esto es una pasión: una vez que entras, quieres más», concluye Abril.