La barriada de La Oliva ha envejecido y el firme de sus calles se ha convertido en un problema «fundamental» para los más de 5.000 vecinos. Aceras levantadas, losas partidas o sin reponer, hundimientos, alcantarillas sin rejillas por vandalismo... Es la carrera de obstáculos que a diario tienen a las puertas de sus domicilios y que, en más de una ocasión, ha provocado graves caídas entre sus residentes más mayores. Por ello, la asociación de vecinos Familias de la Oliva se ha puesto manos a la obra y ha redactado un escrito para solicitar formalmente al Ayuntamiento la recepción del barrio y, por tanto, que la administración local asuma las tareas de mantenimiento de las calles que hasta el momento corre a cuenta de los vecinos.

El documento ha sido consensuado en la última asamblea vecinal, cuenta con el aval de todas las entidades de la zona y será presentado al pleno del distrito, el primero de la era Espadas y que previsiblemente se celebrará la primera semana de febrero. Allí, en la junta municipal se volverá a poner sobre la mesa la recepción del barrio después de los intentos frustrados estos últimos años, hasta en dos ocasiones se contabilizan en el mandato de Zoido. La cuestión no es nueva pero sí urgente como cuentan desde la asociación vecinal. «Es una demanda histórica, que ahora planteamos como primera necesidad, pues el barrio se ha hecho mayor y, cada vez, hay más problemas de caídas por un acerado con más de 40 años», dice el presidente vecinal, José María Algora, que insiste en que La Oliva tiene que ser «un barrio más» en el que entren los servicios de mantenimiento, «especialmente de limpieza, poda de árboles y actuaciones en el acerado». Como ejemplo, citan el muro del antiguo edificio de Preescolar, que lleva un año caído por el viento y «nadie viene a recogerlo».

Una reclamación que se sustenta también en los problemas de seguridad ciudadana que arrastra esta zona del Polígono Sur. «Nos preocupa que constantemente por robos, delincuencia o actos vandálicos estropeen el mobiliario urbano. Exigimos una mayor cercanía del trabajo de la Policía para garantizar la convivencia», detalla Algora, quien asegura que estos hechos, en concreto los hurtos se concentran «en la zona más próxima a los cajeros automáticos». Ante ello los vecinos de la Oliva proponen una «mayor presencia» de la Policía para «garantizar la convivencia». Aquí la comisaría, dicen, es «clave».

La crisis tampoco ayuda a superar estos males. La entidad vecinal recuerda que aquí se ha notado «mucho más» y que se han disparado los casos de exclusión social. «La crisis se ha llevado por delante muchos de los servicios públicos, que no han reflotado». Prestaciones y ayudas, explican, en materia de empleo, educación y servicios sociales que «necesitan una respuesta rápida y urgente». En este sentido, la entidad Familias de La Oliva confía en que los presupuestos de 2016, que se están redactando, tengan muy presente la situación de estos barrios del Polígono Sur. «Hay que hacer una inversión mayor en esta zona», concluyen.