Las obras de peatonalización del entorno de la Basílica de la Macarena, cuyo comienzo estaba previsto para este otoño, se demorarán finalmente hasta después de la Semana Santa. A sugerencia de la hermandad de la Macarena, la Gerencia de Urbanismo ha acordado posponer el inicio de este esperado proyecto de reordenación de todo este enclave a la vista de que su plazo estimado de ejecución es de seis meses, un calendario que colisionaría con las fechas de la Semana Santa del año próximo, en la que el Domingo de Ramos caerá el 9 de abril.
La Gerencia de Urbanismo se encuentra en estos momentos analizando las doce propuestas que se han recibido por parte de otras tantas empresas hasta la finalización del plazo de presentación de éstas –que expiró a mediados del pasado mes de septiembre-, para una vez evaluadas completar el proceso de licitación con la adjudicación de las obras. Una vez superado este trámite, habrían de solventarse los correspondientes actos de carácter administrativo previos al inicio efectivo de los trabajos, que se estima tengan una duración aproximada de un mes. Por consiguiente, desde el Ayuntamiento se reconoce que las obras no podrían empezar antes del próximo diciembre, lo que retardaría su finalización hasta el mes de mayo.
Ante la premura de los plazos previstos, Ayuntamiento y hermandad han creído conveniente demorar la ejecución de este proyecto a fin de que los trabajos no interfieran en el desarrollo de los actos que la cofradía del Arco desarrolla tanto en Semana Santa como en la Cuaresma, con la salida en viacrucis del Señor de la Sentencia por las calles de la feligresía.
Así se ha acordado durante una reunión que ha mantenido este lunes el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, como máximo responsable de la Gerencia de Urbanismo, con varios representantes de la hermandad de la Macarena, encabezados por su hermano mayor, Manuel García, y en la que se les ha informado puntualmente del estado actual de los trámites administrativos para la contratación de estas obras. No obstante, con idea de adelantar gestiones, el Ayuntamiento se ha comprometido a impulsar durante estos meses toda la tramitación de carácter arqueológico, a fin de que en este tiempo puedan quedar superados todos los trámites al respecto con la Comisión Provincial de Patrimonio. Asimismo, la Gerencia de Urbanismo llevará a cabo aquellos trabajos previos que, sin suponer alteraciones en este espacio, permitan resolver algunas cuestiones relacionadas con las infraestructuras de servicio.
Los representantes de la Hermandad de la Macarena han aceptado las propuestas de la Gerencia, descartando así la posibilidad de acometer una primera fase de las obras proyectadas antes de la celebración de la Semana Santa, lo que a su juicio, podría suponer inconvenientes para la celebración de todos los actos religiosos que normalmente tienen como escenario la Basílica de la Macarena.
En cuento al proyecto de reurbanización propiamente, el planteamiento de Urbanismo pasa por la remodelación y reordenación de todo este espacio, con el objetivo de crear un entorno mucho más amable y noble, que realce este enclave, en especial la Basílica y el Arco de la Macarena, declarado B.I.C. En consecuencia, se ha optado por la eliminación del tráfico rodado y el estacionamiento de vehículos, de tal forma que se obtenga un espacio mucho más diáfano y abierto, al estilo de una plaza. En contraprestación, se proponen alternativas a la circulación de vehículos, a la carga y descarga y, a la parada de taxis actual, que se desplaza a la calle Resolana. En cuanto a la ordenación de la circulación en el resto de la zona, se eliminará la entrada a la calle San Luis desde la calle Bécquer, si bien se mantendrá el paso esporádico desde la calle Macarena –por debajo del Arco- hacia las calles Doctor Fedriani y Parlamento de Andalucía.
El nuevo espacio que se configure tendrá un pavimento de granito, en plataforma única, que se dispondrá de forma que permita rememorar el trazado histórico de este ámbito, recordando el antiguo Camino de Ronda, que es actualmente la calle Bécquer, y que la configuración existente no permite apreciar. Como complemento a esta nueva plaza y a modo de separación de la misma del intenso tráfico de la calle Resolana, se construirá un carril bici, se plantará una hilera de naranjos y se ubicarán bancos, elementos éstos que actuarán como barreras visuales y conceptuales. Además, en ambos extremos de la plaza se dispondrán parterres con arbustos de poco crecimiento.