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Centro deportivoo de Tiro de Línea. / José Luis Montero
La piscina del Tiro de Línea está un poco más cerca de volver a ser una realidad. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha visitado las instalaciones del centro deportivo donde les ha explicado a los vecinos del barrio cómo se van a producir los trabajos y los plazos previstos para que la piscina, que lleva años sin funcionamiento, vuelva a ponerse en uso.
Será en la primavera de 2017 cuando previsiblemente la piscina del Tiro de Línea vuelva a ser lo que era. «Un centro deportivo al que acudía gran parte de la población de la zona que es de avanzada edad y necesita este tipo de servicios por salud», ha recordado Espadas. Así, la instalación de la nueva cubierta comenzará después del verano previsiblemente y tendrá un plazo de ejecución de entre 8 y 10 meses. El precio de estos trabajos asciende a 1,5 millones de euros ya que «es necesario cumplir con las especificaciones técnicas y eso supone un incremento en calidad y coste». «No vamos a escatimar y el barrio tendrá la instalación que necesita, que es la mejor cubierta del país», ha asegurado.
La inversión se ha realizado en dos partidas presupuestarias una con cargo a 2016 y otra en 2017. Pero también parte de este dinero proviene de Emasesa. El alcalde explicó que son 300.000 euros de pequeñas partidas que no se podían invertir en el mandato anterior y que se han destinado «a esta finalidad pública y social». Según el regidor hispalense no cuentan con un informe negativo del interventor, «solo una observación pues a partir de este año los patrocinios de la empresa pública del agua deberán gestionarse de distinta forma». Si bien, ha explicado, que el uso de este bloque de pequeñas partidas desperdigadas en la piscina del Tiro de Línea cuenta con la aprobación del interventor.
La intervención completa en el centro deportivo incluye además la puesta en funcionamiento de dos pistas de pádel, el arreglo de la pista de baloncesto y la puesta en valor de la piscina donde ya se han acometido obras para el arreglo de las fugas, que ascendían a 240 metros cúbicos al día durante los dos meses del verano de 2013 en los que funcionó la citada instalación. La pérdida diaria de 240 metros cúbicos, según un informe del IMD recogido por Europa Press, implicaba un sobrecoste mensual de aproximadamente 13.320 euros.
La piscina pública del centro deportivo Tiro de Línea fue construida allá por los años 70 y remozada integralmente en 2004, cuando comenzó a funcionar todos los meses del año al ser equipada con una cubierta presostática. El 19 de enero de 2013 las fuertes rachas de viento que castigaron aquella jornada la ciudad hispalense acabaron por arrancar la cubierta de esta instalación deportiva que, desde entonces, sólo funciona los meses de julio y agosto al no necesitar cobertura durante la época estival.