La playa de Matalascañas tendrá un paseo marítimo con firma sevillana

El Ayuntamiento de Almonte selecciona dos proyectos de arquitectos sevillanos para el futuro diseño urbano de la fachada litoral del municipio

01 ago 2016 / 21:07 h - Actualizado: 01 ago 2016 / 22:41 h.
"Arquitectura","Urbanismo"
  • Recreación digital de los núcleos de servicios que salpicarían la playa cada 200 metros. / El Correo
    Recreación digital de los núcleos de servicios que salpicarían la playa cada 200 metros. / El Correo

Los sevillanos no sólo inundan las playas de Matalascañas cada verano, ahora también las diseñan, proyectando el futuro de sus calles y paseos. Es el caso de los dos equipos de arquitectos sevillanos seleccionados por el Ayuntamiento de Almonte a través de un concurso para el rediseño urbano del paseo marítimo.

Estos arquitectos, como tantos otros sevillanos, conocen bien las necesidades turísticas de Matalascañas tras muchos veraneos allí. Una de las arquitectas participantes, Laura Moruno, alaba el que es «uno de los paseos más largos del mundo con sus cuatro kilómetros, embutido además en un paraje espectacular como es Doñana». Como explica esta integrante del equipo Almenara, además, «Matalascañas es un enclave que en muchos aspectos necesita una renovación, sobre todo en espacios y servicios públicos. Tiene un frente urbano al mar poco cualificado y deteriorado, con una playa que además pierde arena año tras año», puntualiza.

Un parking de 500 plazas bajo Caño Guerrero, pistas deportivas sobre él, núcleos a pie de playa con baño, duchas, vigilancia, bares, chiringuitos... son algunos de los elementos que planean integrar estos arquitectos. «Es necesario mejorar el propio paseo pero también sus accesos», añade Moruno.

El concurso convocado por el Consistorio busca también «romper con la estacionalidad del verano». Conscientes de que gran parte de esta población es precisamente de Sevilla, Moruno indice en que «Matalascañas tiene que reformarse poco a poco para dar cabida a todos, tanto a los que veranean allí varios meses como a los que van puntualmente».

Insertado en el espacio de Doñana, los arquitectos contemplan en sus planes «el respecto al que es un medio natural con una calidad y diversidad que no puede ser afectada», dice Moruno, buscando «un comportamiento energético autosuficiente».

Estos antiguos estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Sevilla acudieron a la gala de entrega de premios a principios de julio, esperando los elegidos «que el proyecto cuente con la colaboración de otras administraciones y entidades privadas, además del Consistorio», ya que la recompensa es precisamente la realización de las obras. Este premio se ha hecho esperar, ya que el concurso se convocó en 2015, conociéndose el fallo del jurado en junio. Fueron seleccionados dos grupos, «cuyas propuestas eran compatibles»: Almenara y Deploye. Ahora, los equipos unifican sus propuestas para poder presentar el anteproyecto definitivo, a la par que lo promocionan en busca de apoyos financieros con los que hacer realidad la nueva playa de Matalascañas.