Falta de limpieza, botellonas hasta alta horas de la madrugada y hasta ciertas dosis de inseguridad. Ese es el panorama que los vecinos de los alrededores de la calle San Luis tienen que soportar casi a diario en la plaza José Luis Vila y que se agrava especialmente durante las noches de los fines de semanas. Un espacio peatonal «abandonado», ubicado entre las calles San Blas y Hermano Secundino, y que desde hace algunos meses sufre también problemas urbanísticos como el mal estado de conservación del acerado o la falta de mantenimiento del mobiliario público.
Pero lejos de quedarse ahí, esta situación de desidia se ha visto agudizada hace tan solo unos días. «La plaza se nos ha venido literalmente abajo», denuncia el presidente de la asociación de vecinos de San Marcos, Yeray Iglesias. El pasado fin de semana, los vecinos de las viviendas aledañas a esta plaza tuvieron que dar aviso a Policía Local y Bomberos por los desprendimientos que se habían producido en los arriates que perimetrean el espacio, desmontados casi en su totalidad. «Estuvieron por aquí, pusieron un cordón de seguridad y se marcharon. Pensábamos que vendría alguien del Ayuntamiento a retirar los escombros pero pasaron los días y nada», señala. Finalmente, varios días después de lo ocurrido, empleados municipales procedieron a retirar los cascotes que había sobre el suelo de la plaza. «Gracias a Dios no ha pasado nada porque ha caído a nivel del suelo. Pero quién sabe lo que puede pasar la próxima vez», asegura.
Más allá de lo ocurrido, la asociación denuncia que no se trata de un hecho aislado y que llevan «mucho tiempo» soportando esta situación de abandono por parte del Ayuntamiento de Sevilla. «Los vecinos de los bloques colindantes se pusieron en contacto con nosotros porque nadie del distrito les daba una explicación y porque llevaban semanas intentando hablar con el delegado (Juan Carlos Cabrera) y no obtenían respuesta». Nada les funcionaba. Ni siquiera las decenas de mails que mandaron a la dirección de la web municipal. «Al final la asociación contactó con el propio delegado y nos aseguró que pondría el tema sobre la mesa en la reunión que tendrá el día 28 de marzo con los técnicos de la Gerencia de Urbanismo», explica Iglesias.
Un encuentro en el que los vecinos tienen depositada su confianza para lograr mejorar la situación de una plaza que lleva meses en mal estado. De hecho, el primer escrito que dirigieron al distrito fue relativo a los problemas de higiene de este espacio, situado además muy cerca de la entrada trasera del colegio La Salle-La Purísima y en el que es frecuente ver jugando a muchos niños del barrio. «Necesitamos más limpieza y mayor presencia policial. Porque los bares cumplen a la perfección sus horarios y el derecho al descanso pero cuando llega la noche la botellona es auténtico problema». Es por eso por lo que reclaman «medidas urgentes» a las autoridades municipales y sobre todo que el delegado del distrito cumpla con la promesa que les hizo en una reunión celebrada a finales del pasado año en los Altos Colegios.
Al parecer, y según señalan los interesados, en aquel encuentro Cabrera les indicó que existía una partida del Plan Decide que no había sido adjudicada y que podría invertirse en llevar a cabo las mejoras urbanísticas que venían demandado para la plaza José Luis Vila. «Aquello fue en diciembre y estas alturas seguimos esperando alguna noticia al respecto», indica. Algo que, sospechan, se debe al retraso en la aprobación de los presupuestos municipales de este 2017. «El delegado nos dijo que la inversión dependía de que se aprobaran las cuentas. Ahora ya no hay excusa».
Diferentes alternativas
Aunque los vecinos no tienen definido en qué términos debe llevarse a cabo la reurbanización de la plaza, sí confían en que el Ayuntamiento la recupere como un espacio para el disfrute de los ciudadanos. A la espera de conocer las intenciones municipales para este espacio, lo cierto es que esta zona ya ha sido objeto de alguna iniciativa vecinal. En concreto, los miembros de la asociación La Revuelta presentaron hace unos meses un plan para toda la zona norte del Casco Antiguo que, entre otros aspectos, planteaba la peatonalización de la calle Hermano Secundino y su integración en la plaza José Luis Vila como un gran espacio sin coches en el que el ciudadano fuera el gran protagonista.