La Policía detiene a otro joven implicado en los incidentes de la Madrugá

Hasta el momento son trece personas las detenidos por estos hechos y otras tres investigadas. El arrestado es el tercero que faltaba por detener en los altercados ocurridos en la calle Argote de Molina

01 jun 2017 / 22:05 h - Actualizado: 01 jun 2017 / 22:22 h.
"Madrugá","Sucesos de la Madrugá 2017"
  • Nazarenos de La Esperanza de Triana visiblemente afectados tras sufrir una estampida durante la Madrugá. / EFE
    Nazarenos de La Esperanza de Triana visiblemente afectados tras sufrir una estampida durante la Madrugá. / EFE

La Policía Nacional ha detenido este jueves a un joven, identificado como J.S.M. y nacido en el año 1998, por su implicación en los incidentes de la pasada Madrugá del Viernes Santo sevillano, que se han saldado, de este modo, hasta el momento con la detención de trece personas y otras tres investigadas.

En este sentido, un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía ha informado a Europa Press de que este joven “es el tercero que faltaba por detener implicado en los altercados ocurridos en la calle Argote de Molina”. Las citadas fuentes han señalado que el joven ha sido puesto en libertad con cargos después de declarar ante la Policía Nacional.

El arrestado este jueves es “familiar de los otros dos detenidos por los mismos sucesos”. El portavoz policial ha indicado que este viernes será remitido atestado a la juez de Instrucción número 5 de Sevilla, que es la encargada de la investigación de estos hechos.

Recientemente, la Sección Primera de la Audiencia rechazó dejar en libertad a uno de los tres hombres que permanecen encarcelados por su presunta implicación en estos hechos de la Madrugá.

De este modo, la Audiencia rechazó el recurso presentado por la defensa de Miguel Angel G.V. contra la decisión de la juez de Instrucción número 5 de Sevilla de mantenerlo en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

El tribunal asevera que “la gravedad de los hechos, la existencia de indicios y el estado de la causa, unido al historial delictivo del recurrente, autorizan el mantenimiento de la prisión, sin que la existencia de arraigo pueda autorizar su puesta en libertad”, motivos que son “suficientes” para considerar “justificada” y mantener la medida de prisión provisional.

Además, señala que la pena prevista para el delito de desórdenes públicos conlleva la existencia de “un riesgo real de fuga” y no considera “injustificada” la medida de prisión provisional acordada por la juez “con el fin de garantizar la investigación judicial, evitando la alteración de las diligencias de investigación, garantizar la presencia del investigado en el acto del juicio y evitar la reiteración delictiva”.

Por otro lado, tras ser detenidos y pasar a disposición judicial, la juez ordenó el ingreso en prisión de Emilio M.C., de 47 años; Juan Mariano S.A., de 46; y Miguel Angel G.V., de 45 años, por la gravedad de los desórdenes públicos que se les atribuyen y la “alarma social” generada.


LA JUEZ DESCARTA CUALQUIER “CONNIVENCIA NI ACUERDO PREVIO”

Los tres investigados, que se acogieron a su derecho a no declarar en sede policial, si accedieron a declarar ante la juez para negar que generaran las distintas carreras. Así, reconocieron que eran un “grupo de amigos” que estaban algo “contentos” y disfrutando de la noche, llegando a afirmar que incluso salieron “corriendo” cuando se produjeron las estampidas.

De igual modo, negaron haber proferido los gritos de “gora ETA”, llegando uno de ellos a afirmar que es “español” y nunca diría frases de ese tenor.

Cabe recordar que la juez, en base a los nuevos datos aportados por la Policía Nacional a la investigación, considera que no existió “connivencia ni acuerdo previo motivado por ideología” en relación a los incidentes de la pasada Madrugá.

Tras los datos aportados por la Policía, la magistrada cree que no existió ningún tipo de organización en los incidentes de la Madrugá, sino que se produjo “un incidente inicial que se aprovecha para general otras revueltas”, en relación a la pelea de la calle Arfe que la Policía sitúa como “epicentro” de los incidentes, extendiéndose desde allí a través de un “efecto dominó” a casi una veintena de lugares del casco histórico.