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El director de Clínicas IVI en Sevilla, Manuel Fernández.
La sanidad privada sevillana también se anota el hito del nacimiento de un bebé libre de enfermedades genéticas para salvar a su hermana. Y, de hecho, lo concibió antes, en fechas, que el anunciado la semana pasada por el hospital Virgen del Rocío, por lo que sería el cuarto bebé medicamento –así es conocido popularmente– de España y el tercero en Sevilla.
Las clínicas IVI de la capital hispalense han sido las que han puesto a disposición la tecnología para el nacimiento, el pasado mes de marzo, de Pedro, un niño libre de enfermedades genéticas que colaborará en la curación de su hermana Rocío, afectada por Anemia de Blackfan Diamond. Esta enfermedad, que se detecta en el primer año de vida y dispara el riesgo de sufrir leucemia o sarcoma, provoca un trastorno poco frecuente afectando a la producción de glóbulos rojos por parte de la médula ósea.
Sin embargo, no se ha trasladado antes porque «creemos más adecuado informar cuando el trasplante ya es un éxito», aunque las expectativas de la operación, que se producirá en semanas «es favorable» después de las pruebas practicadas, según afirmó el director de IVI Sevilla, Manuel Fernández.
La pareja, natural de Córdoba, acudió a clínicas IVI en junio de 2016, después de acudir, sin éxito, a la sanidad pública. El ciclo se realizó con tratamiento de Diagnóstico Genético Preimplantacional, logrando dos embriones libres de la enfermedad y compatibles con la pequeña Rocío. El equipo médico optó por transferir los embriones uno a uno, para prevenir la gestación múltiple, durante los meses de marzo y junio del año pasado. La paciente quedó embarazada en la segunda de las tentativas.
Tantas explicaciones también vienen de esa carrera entre hospitales sevillanos. Clínicas IVI, con esta notificación, quieren remarcar que el Virgen del Rocío presentó la semana pasada el tercer caso de la sanidad pública, pero «no el cuarto de España», puesto que «nuestro caso es siete meses anterior al anunciado».
«Estamos exultantes, porque es una tecnología compleja de aplicar», recalcó Fernández, que matizó que la intervención no ha supuesto coste alguno a la pareja, ya que entra dentro de «la responsabilidad social corporativa» de la empresa.