La SE-40, camino del juzgado por los túneles

Fuentes del proyecto dan casi por seguro que si el Estado elimina los túneles bajo el Guadalquivir exigirán al juez una millonaria indemnización, lo que alejaría aún más la obra

01 mar 2017 / 08:15 h - Actualizado: 01 mar 2017 / 08:20 h.
"Infraestructuras","SE-40"
  • La tuneladora de los túneles de la SE-40 llegó a Sevilla por el Puerto en piezas en marzo de 2012. / El Correo
    La tuneladora de los túneles de la SE-40 llegó a Sevilla por el Puerto en piezas en marzo de 2012. / El Correo
  • La SE-40 atraviesa la A-49 a la altura de Espartinas. / José Luis Montero
    La SE-40 atraviesa la A-49 a la altura de Espartinas. / José Luis Montero

La obra empezó en 2007 y, diez años después, de los 77 kilómetros previstos en el proyecto se han puesto en servicio poco más de 15, desde la A-4 en La Rinconada a la A-92 en Alcalá de Guadaíra (2011), y el que va desde la A-92 hasta la A-376 (marzo de 2013). La SE-40 avanza muy lentamente y, además, se enfrenta a un gran escollo, un posible pleito judicial.

El problema está, como desde el principio, en el tramo de Coria del Río, en el paso bajo el Guadalquivir. Según fuentes consultadas, la unión temporal de empresas que ganó el concurso para hacer este tramo, con los túneles bajo el río incluidos, no está dispuesta a que el Ministerio le cambie los planes. De hecho, aseguran estas fuentes que si hay una rescisión del contrato «sería muy complicado empezar de cero» porque la licitación tendría que repetirse y requeriría, por ejemplo, una tramitación ambiental nueva. Y no sólo eso, «casi seguro que acabaría en los tribunales porque es muy difícil que el Ministerio y las empresas se pongan de acuerdo en la indemnización correspondiente». El Estado, probablemente, no podría asumir este sobrecoste. ¿De cuánto?

La tuneladora desembarcó en la capital hispalense en marzo de 2012, y desde entonces sigue guardada –por piezas– en una nave de las empresas adjudicatarias de las obras de los túneles Norte (OHL-Azvi y Sando). El coste de la parada es de más de un millón de euros al año, por su mantenimiento y su conservación. Es decir, que a los 40 millones de euros que costó la tuneladadora se le suman los cinco millones de euros por estar parada durante estos cinco años. Además, hay que añadir el coste del personal que se encarga de la máquina excavadora, los movimientos de tierras y las obras realizadas en este tramo, así como otros gastos que han tenido las empresas adjudicatarias. La factura sería, por tanto, muy alta.

«Si el Ministerio ahora nos dice que no quiere túneles y que va a rescindir el contrato, lo más posible es que acabemos en los juzgados. No se hacen así las cosas», lamentan fuentes empresariales.

El pasado día 15, el alcalde, Juan Espadas, se reunió en Madrid con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en Madrid y comentaron el problema de este tramo. Tras casi un lustro –lo cumplirá en julio– de paralización del tramo bajo el río, De la Serna aclaró que «emprenderán acciones» una vez reciban el estudio de la capacidad hidráulica encargado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). ¿Qué acciones? Fomento se encargó en su nota de prensa de eludir hablar de túneles, tras el histórico debate sobre si es más conveniente y económico un puente. El estudio determinará el camino que se seguirá. Pero las empresas adjudicatarias se oponen al cambio del proyecto y, en caso contrario, están en su «derecho de reclamar una indemnización».

Además, la tuneladora, adquirida para esta megaobra, no se puede descambiar de ninguna de las maneras. Así lo aseguraron fuentes consultadas por este periódico, que indicaron que la garantía de compra de este gigantesco aparato –solo de diámetro mide 14 metros– ha expirado.

Actualmente están en ejecución tres tramos de la SE-40, el que une la A-376 y la A-4 entre Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas; el tramo entre Coria del Río y Almensilla y el que permitirá enlazar con la A-49, que suman casi 23 kilómetros. Los tres se han visto afectados por la suspensión de las obras decretada por Fomento durante los años más duros de la crisis.

A principios de febrero, el Gobierno central aseguró que la SE-40 sólo cruzará el río Guadalquivir a través de los túneles, pero la alternativa del puente no es nueva. De hecho, cobró fuerza en la recta final del último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, si bien fue desechada en su día por la ministra de Fomento, Ana Pastor, y, por ende, por toda la plana mayor del PP andaluz y sevillano. Así, a las dudas que generaba el informe de impacto ambiental sobre la posibilidad de instalar allí un puente se incluye también la carga económica. En 2016, el Ministerio de Fomento dijo que estaba dispuesto a reactivar definitivamente la macroobra de los túneles, pero todavía sigue en el limbo.