La US supedita su futuro a que la Junta cierre el sistema de financiación

La Hispalense destaca en su plan estratégico 2018-2025 que su «puesta en marcha y desarrollo» estarán «condicionados a nuestra financiación global»

08 oct 2017 / 20:32 h - Actualizado: 08 oct 2017 / 23:38 h.
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  • Los rectores de las universidades andaluzas, junto a la presidenta de la Junta y el consejero de Economía en febrero de este año. / El Correo
    Los rectores de las universidades andaluzas, junto a la presidenta de la Junta y el consejero de Economía en febrero de este año. / El Correo

La Universidad de Sevilla (US) supedita «la puesta en marcha y el desarrollo» de su plan estratégico 2018-2025, que ha denominado Anticipa, a que la Junta de Andalucía cierre por fin el III Modelo de Financiación de las Universidades Públicas Andaluzas. En el borrador del plan, que han analizado ya los «grupos de interés como paso previo a su cierre definitivo», explica que ese sistema global se encuentra «aún en borrador». Lo que constituye un problema, sobre todo porque el plan ha sido creado para dirigir la marcha de la institución a partir del inminente 2018. «Por todo ello, para poder abordar las propuestas recogidas en este documento, es necesario que las autoridades públicas lleven a cabo, en los próximos años , el suficiente esfuerzo presupuestario», reitera el borrador del plan.

Lo cierto es que la Universidad de Sevilla, tanto como las otras universidades públicas andaluzas, manejan sus economías sobre la base de un sistema de financiación que se aprobó en 2007, cuando la sociedad y el sistema universitario andaluz eran bien diferentes de los actuales. Se creó con una vigencia de cuatro años, y ha ido acumulando prórrogas hasta la actualidad, con el problema añadido que supone para las universidades más pequeñas, como la sevillana Pablo de Olavide, perjudicadas por los criterios de este sistema.

A lo largo de 2016 se sucedieron las negociaciones, y todas las partes –la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Economía y Conocimiento y las universidades andaluzas– explicaron que el acuerdo llegaría antes de fin de ese año, porque era poco menos que imprescindible. Pero no llegó.

Los rectores se reunieron con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y con el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, en febrero de 2017, de nuevo con la urgencia de concretar el modelo de financiación. El portavoz de la Asociación de Universidades Públicas Andaluzas y rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, contó aquel día en el Palacio de San Telmo que los plazos que se habían manejado habían cambiado: «Si bien es cierto que había cierta premura para que estuviera aprobado a fin de año, esto ya no es así». Arellano, por su parte, valoró más el modelo que los plazos: «Estamos en un proceso de diálogo, que está abierto a todas las sugerencias, y que es sobre todo los mecanismos de reparto de unas cantidades. Hasta que no esté cerrado no podemos saber las cantidades finales –que recibirá cada universidad–, pero eso tendrá respuesta en breve», anunció en febrero.

Las universidades, por su parte, tienden a evitar manifestar hasta qué punto necesitan conocer el modelo de financiación, instrumento que les permitiría conocer las cantidades de que dispondrían durante varios cursos, de forma que pudiera acometer actuaciones cuantiosas y largas en el tiempo con garantías. Por eso es significativo el texto del plan estratégico de la Universidad de Sevilla, la mayor del sistema público andaluz con su comunidad de alrededor de 75.000 personas, porque pone negro sobre blanco una petición generalizada que los responsables universitarios, salvo contadas excepciones, no suelen expresar con tanta claridad.

Un plan para unir un pasado de 512 años con el futuro

El borrador del plan estratégico 2018-2025 de la Universidad de Sevilla (US), denominado Anticipa, desvela las líneas maestras del camino que pretende seguir la Hispalense en los próximos años. De entrada, explican que en la US se armonizan «pasado, presente y futuro. Un pasado de 512 años de impulso al conocimiento. Un presente volcado en la innovación y la calidad de la enseñanza/aprendizaje, de la investigación, de la transferencia de conocimiento y de la cultura, con una clara vocación internacional. Un futuro comprometido responsablemente con el entorno social y el desarrollo humano sostenible».

Más allá de las declaraciones institucionales, destaca el hecho de que Anticipa se ha creado como un proceso participativo a partir de tres vías: los llamados grupos anticipa, el banco de ideas y las encuestas de opinión.

El plan «nace –explica el borrador– con la idea de incrementar nuestro grado de apertura con el exterior y potenciar la conexión con las empresas, instituciones y organizaciones de nuestro entorno; en definitiva, abrirnos más a la sociedad».

El Plan Anticipa se ha articulado en torno a tres «ejes de trabajo». El primero, llamado «identidad US, recoge el motor de arranque de nuestra institución; el segundo, generar valor a través del conocimiento, refleja la esencia de la Universidad y sus funciones principales; finalmente, el tercer eje, construir para el futuro, aglutina las herramientas transversales de apoyo para las actividades fundamentales de la US».