La venta ilegal en la Plaza de España «arruina» a los comerciantes

Los vendedores de los quioscos denuncian la «competencia desleal» a la que deben enfrentarse cada día y la falta de policías para controlar la situación

22 jul 2016 / 22:04 h - Actualizado: 23 jul 2016 / 14:49 h.
"Sucesos","Venta ambulante"
  • Comerciantes ilegales que ocupan las escaleras de la plaza de España con el material que venden. / Manuel Gómez
    Comerciantes ilegales que ocupan las escaleras de la plaza de España con el material que venden. / Manuel Gómez

La Plaza de España de Sevilla es un punto negro de venta ilegal en la ciudad. Cada día, cientos de turistas visitan la obra del arquitecto Aníbal González Álvarez-Ossorio para admirar la belleza de este edificio emblemático y durante el trayecto se topan con la «triste» estampa de vendedores sin licencia que les abordan para ofrecerles souvenirs: abanicos, castañuelas, cuadros, romero o sombreros. Una visita que, en ocasiones, «se convierte en una mala experiencia para los turistas por los carteristas», cuentan los vendedores.

«Hace unos seis años estábamos dentro de la plaza, pero después de la reforma que se hizo nos mandaron aquí fuera al sol... Ahora nosotros, los que pagamos los impuestos estamos fuera y los que no los pagan están dentro llevándose todas las ganancias», explican algunos comerciantes de la zona, que no se identifican por miedo a cualquier represalia. «Si llamamos a la policía, que ya no lo hacemos porque no sirve de nada, nos arañan los coches o nos amenazan. De hecho, –aclaran– una compañera estuvo tres años sin venir porque una de las familias que vende ilegalmente les amenazó de muerte».

Desde que llegan los primeros autobuses por la avenida de Portugal, los vendedores ilegales abordan a los turistas «para llevárselos a sus sitios». Esta situación tiene desesperados a los comerciantes de la zona, que no pueden hacer frente a los impuestos que tienen que pagar –licencia, autónomo y módulos cada tres meses–, «nos están arruinando», asevera una comerciante, que declara que ella aguanta porque no tiene hijos a su cargo, pero que «hay compañeros con familias que lo están pasando muy mal». Por esta razón, denuncian la «poca seguridad policial en la zona» para terminar con los vendedores ilegales. Además, critican que no se cuide el turismo, «la principal fuente de ingresos de la ciudad».

Por su parte, los vendedores ilegales explican, en algunos casos, que han solicitado la licencia para vender pero se las deniegan. «Ahora en octubre vuelvo a ir... Esperemos que me la den de una vez por todas porque sino seguiré aquí», declara una mujer rusa que vende sus pinturas entre la provincia de Castellón y Ciudad Real. Otro de los sin licencia, afirma que se ha quedado parado y que su familia depende de las ventas de sombreros en la Plaza de España: «Tengo dos opciones... Vender aquí sin licencia o robar. Como usted comprenderá prefiero esto. Eso sí, comprendo el enfado de los que pagan sus impuestos, pero qué hago».