Con sombrillas, abanicos, gorras y bañador. Así protestaban el verano pasado en algunos colegios de Sevilla por la falta de aire acondicionado en las clases. Una imagen que se repetirá este año a las puertas de muchos más colegios y ante el Parlamento andaluz. Las Ampas han decidido decir «basta» a que los alumnos soporten en las aulas temperaturas muy por encima de los 27 grados que establece la ley como máximo para estos espacios. De hecho, los colegios son los únicos edificios públicos no refrigerados, denuncian.
Alrededor de un centenar de asociaciones de madres y padres del alumnado de colegios públicos e institutos de Sevilla capital y de municipios de la provincia se han unido en una plataforma «independiente de partidos políticos, sindicatos y cualquier otra organización», aseguran, para exigir a la Consejería de Educación que solucione «de una vez por todas la falta de climatización en los centros educativos durante los meses de calor».
Aseguran que aunque existen excepciones y algunos centros públicos están climatizados, «muchos de ellos pagados e instalados por las familias», la mayoría de escolares y estudiantes de Sevilla, tanto de Infantil, como de Primaria, Secundaria y Bachillerato «soportan temperaturas incompatibles con el trabajo y el rendimiento académico e incluso con la propia salud», defienden en un comunicado.
Las familias han puesto en marcha la campaña Escuela de Calor para dar a conocer la situación que incluye varias movilizaciones, la primera el próximo 2 de junio, «fecha en que el alumnado acudirá a los centros con vestimenta y complementos aptos para las altas temperaturas». La segunda, a las puertas del Parlamento el próximo 8 de junio.
Por otro lado, las Ampas (de colegios como el Joaquín Turina, CEIP Prácticas, el IES Pablo Neruda, San Isidoro o Cruz del Campo) unidas en esta reivindicación por la climatización de los centros educativos se desmarcan de la campaña de firmas iniciada por la federación FAMPA en change.org «porque no exige la solución a quien la tiene: la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, a través de su delegación territorial en Sevilla».
«Hartas de hacer reclamaciones infructuosas tanto a la delegación territorial de Educación como a los ayuntamientos, y en vista de que tampoco las quejas del profesorado y personal no docente –afectados igualmente por el problema– surten efectos, las familias han puesto en marcha esta campaña Escuela de Calor», aseguran sus responsables.