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Una de las azoteas que estos días de farolillos se convierten en improvisados escenarios de botellonas y carreras de jóvenes. / El Correo
Los vecinos de Los Remedios aseguran que con la Feria de Abril –arranca este sábado con la concurrida prueba del alumbrao– «no basa con el portero electrónico» para evitar molestias e incluso «daños» en el interior de los bloques, sobre todo en aquellos que están a escasos metros de la portada, uno de los principales accesos al recinto ferial y paso obligado de miles de personas en la próxima semana. Sin bien desde hace un tiempo es habitual encontrar seguridad privada y, en algunos casos, hasta vallado en el perímetro del portal de entrada, este año los residentes de Los Remedios han decidido redoblar efectivos y presupuestos para extender el dispositivo de vigilancia a la zona superior de los edificios, donde, según relato vecinal, se producen «botellonas, fiestas, carreras y jaleo» durante las noches.
La semana pasada el Edificio Presidente, localizado entre las calles Asunción, Flota de Indias, Virgen de la Cinta y Juan Ramón Jiménez, ha celebrado una asamblea para, entre otros aspectos, valorar actuaciones ante la inminente llegada de la semana de farolillos. En esta reunión, se aprobó la contratación de cinco guardas de seguridad, dos más que el año pasado. «Irían uno en cada una de las dos esquina del edificio, otro en el garaje y, por primera vez, dos en las azoteas».
El presidente de la asociación de vecinos de Los Remedios, José María Cañizares, ha explicado a este periódico que dicha comunidad de propietarios ha tomado esta decisión en base a lo ocurrido el año pasado durante la Feria. «Los días de más gente, entre las 21.30-22 horas y hasta bien entrada la madrugada, suben grupos de jóvenes bien porque consiguen llaves por el amigo de un amigo, bien porque las tienen de haber estado de alquiler, o simplemente se las ingenian para llegar arriba... El caso es que suben a tropel y forman un jaleo impresionante haciendo botellonas, dejando restos fisiológicos, corriendo, saltando los muretes de separación para pasar de una azotea a otra... Vamos que es un calvario para los residentes que está en las últimas plantas, además del peligro que supone por las alturas de los edificios», dice el representante vecinal, que puntualiza que este dispositivo de vigilancia supone «una inversión extra de 6.800 euros para esta comunidad» y un montante parecido para otras de Adolfo Suárez o Asunción. De igual manera, ello conlleva aumentar la periodicidad del servicio de limpieza de los bloques de pisos: ««Ahora vienen a limpiar hasta dos y tres veces al día en lugar de una, como es habitual durante el resto del año».
La nueva práctica de hacer botellonas de Feria en las azoteas suele producirse «en la noche del pescaíto» para ganar una visión panorámica de la prueba del alumbrao, y también «el miércoles, jueves, viernes y sábado». A ello, indican los vecinos, los daños colaterales en los negocios del barrio al tener tan cerca la fiesta. «Muchos comercios y hosteleros prefieren echar el cierre e irse de vacaciones para evitar las consecuencias de las botellonas que se extienden en las calles aledañas a la portada», concluyen.
Colas en el distrito
Esta semana se han repetido las colas en la sede del distrito, en República Argentina, para retirar el permiso de acceso a residentes acreditados. «Hay que perder una mañana entera. El distrito está totalmente colapsado. Es incomprensible que se apueste por la digitalización de servicios para agilizar trámites y en esto se siga con el mismo método», critica la asociación de vecinos de Los Remedios, que registrará una solicitud pidiendo la gestión telemática de estas solicitudes.