Las catas arqueológicas retrasan las obras en la Puerta de la Carne

Los promotores se han visto obligados a modificar el proyecto para integrar los restos hallados. El alcalde defiende la reforma y niega que esté paralizado

13 jun 2018 / 22:55 h - Actualizado: 13 jun 2018 / 22:58 h.
"Patrimonio","Urbanismo"
  • Los hallazgos arqueológicos han retrasado el inicio de las obras del antiguo mercado de la Puerta de la Carne. / Jesús Barrera
    Los hallazgos arqueológicos han retrasado el inicio de las obras del antiguo mercado de la Puerta de la Carne. / Jesús Barrera

El mercado de la Puerta de la Carne aún tardará en experimentar la transformación que lleva años esperando. El motivo: la necesidad de adaptar el proyecto de reforma después de los hallazgos arqueológicos aparecidos durante la realización de las catas previas a la intervención del inmueble. Unos cambios que han propiciado que los plazos se hayan dilatado en el tiempo y que los trabajos de transformación del antiguo matadero no se hayan iniciado aún.

Sin embargo, este retraso nada tiene que ver con un posible abandono del proyecto, según explicó ayer el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, quien defendió que se han seguido realizando actuaciones y que los promotores se han visto obligados a modificar el plan inicial en este tiempo. Unos cambios que estudian actualmente la Gerencia de Urbanismo y la unión temporal de empresas (UTE) adjudicataria del proyecto de restauración y adaptación del antiguo mercado de la Puerta de la Carne para su uso como espacio de hostelería y cultura, respecto a los aspectos técnicos.

Espadas explicó que con la citada modificación del proyecto inicial, el Ayuntamiento está «dando un poco de oxígeno al promotor» de la iniciativa, destinada a la rehabilitación y reconversión del antiguo mercado de la Puerta de la Carne, construido entre 1927 y 1929 bajo el diseño de los arquitectos Gabriel Lupiáñez Gely y Aurelio Gómez Millán. Y es que el regidor admitió que la obra «ha tenido muchas eventualidades y argumenta la UTE (adjudicataria de la iniciativa) que los retrasos han generado problemas en quienes iban a ayudar con la inversión y financiación», ha manifestado el alcalde.

El edificio, de estilo regionalista, cayó en desuso en 1999 y su deterioro arquitectónico estuvo acompañado incluso de episodios de ocupación ilegal, toda vez que el citado proyecto está destinado a su transformación en un espacio de ocio, gastronomía y cultura. El proyecto, impulsado por una UTE y valorado en unos 7,5 millones de euros, contempla principalmente 24 puestos de hostelería en la planta baja, usos comerciales y de restauración en la primera planta, un mirador en las cubiertas y un sótano dedicado a actividades culturales, con una sala multiusos de 475 metros cuadrados, una sala de exposiciones de 79 metros cuadrados y un vestíbulo de 116 metros cuadrados. El Instituto de Cultura y Artes de Sevilla (ICAS), en ese sentido, podrá utilizar el espacio cultural del inmueble durante un 20 por ciento del tiempo de explotación.

Antiguo matadero

Tras las necesarias labores de desescombro del interior del complejo, a mediados de marzo de 2017 arrancaron las excavaciones arqueológicas de carácter preventivo asociadas a las obras. Aquellas primeras excavaciones supusieron, de hecho, el desenterramiento del antiguo matadero municipal, encargado en 1489 por los Reyes Católicos y demolido en 1914. Los vestigios, cuya localización estaba prevista, fueron descubiertos a una cota de un metro y medio bajo el firme y se traducen en arranques de muro de aproximadamente un metro y medio de altura. Después, merced al avance de dichas excavaciones y según figura en un documento oficial recogido por Europa Press, la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura instó a «continuar las excavaciones arqueológicas con los mismos objetivos y metodología hasta ahora empleados, a medida que la ejecución del proyecto de rehabilitación del mercado así lo permita y demande».

Dado el caso, el Ayuntamiento ordenaba «la continuación de las obras de rehabilitación aprobadas», si bien «de conformidad» con la resolución de la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura y un informe del director del contrato de obras, la UTE adjudicataria del proyecto debía «redactar una modificación» del mismo «que integre los restos hasta ahora exhumados». ~