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Protesta de taxistas el pasado mes de julio en Sevilla por la «competencia desleal» de los VTC. / Manuel Gómez
En la ciudad de Sevilla hay un vehículo de transporte concertado (VTC) por cada 25 taxis, es decir, existen alrededor de 2.045 licencias de taxi frente a unas 82 de VTC. Sin embargo, el número de denuncias de la Policía Local no es proporcional a estas cifras. Las denuncias contra VTC triplican el número de licencias, según los datos municipales.
Los agentes de Policía Local realizaron un total de 702 denuncias el año pasado: 245 en VTC, 71 por intrusismo y 386 en materia de taxis. Tales denuncias suponen la incoación de expedientes sancionadores ante distintas administraciones competentes (Junta de Andalucía, Jefatura Provincial de Tráfico y Ayuntamiento de Sevilla).
Según Juan Carlos Cabrera, delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento, al evaluar esas cifras «hay que destacar el elevado número de denuncias en el caso de los VTC, 245, sobre todo si se tiene en cuenta que por cada 25 licencias de taxis hay un VTC en la ciudad». «Al igual que ocurre en el caso del intrusismo, con una cifra de denuncias también alta, el incumplimiento de la normativa por parte de los VTC perjudica al conjunto del sector del taxi en la ciudad», agregó en una nota de prensa el delegado del ramo, quien también informó de que su delegación efectuó el año pasado 4.234 actuaciones de control al transporte de personas en la ciudad, de las que 2.367 fueron a vehículos de transporte concertado, 132 por la práctica del intrusismo en el sector del taxi y 1.735 fueron a taxis.
El dispositivo especial en el aeropuerto de San Pablo acaparó un 93 por ciento de la cifra total de estas actuaciones, en el marco del dispositivo especial para mejorar el servicio, controlar a los VTC y evitar el intrusismo por parte de falsos taxis o de taxis de otras localidades, según el Consistorio.
Las irregularidades
Entre la casuística más frecuente están las denuncias de viajeros por cobro abusivo algunos trayectos, infracciones por incumplimientos de requisitos técnicos o platos en las inspecciones; denuncias a vehículos particulares o taxis de otras localidades por intrusismo en el sector del taxis; denuncias a los vehículos con licencia VTC por ejercer la actividad en lugares no autorizados, etcétera.
«Este equipo de gobierno tiene entre sus prioridades que los ciudadanos reciban el mejor servicio público de taxi. Para ello, ponemos en valor la profesionalidad del mismo al controlar, detectar y adoptar medidas contra quienes cometen irregularidades y desacreditan a todo el sector», según Cabrera.