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Las nuevas amistades que se hacen en las vacaciones de verano

En los meses estivales y debido a los viajes que se hacen en esta época muchos conocen a nuevas personas aunque no suelen convertirse en «amigos de verdad»

20 ago 2017 / 00:02 h - Actualizado: 20 ago 2017 / 10:56 h.
"Veraneando"
  • Jóvenes sevillanos en la orilla del río Guadalquivir bebiendo cervezas y disfrutando del buen clima de la capital hispalense. / El Correo
    Jóvenes sevillanos en la orilla del río Guadalquivir bebiendo cervezas y disfrutando del buen clima de la capital hispalense. / El Correo
  • Grupo de chicas disfrutando en una piscina en Valencia. / Efe
    Grupo de chicas disfrutando en una piscina en Valencia. / Efe
  • Dos chicas tomándose algo en las Setas de Sevilla por la noche. / El Correo
    Dos chicas tomándose algo en las Setas de Sevilla por la noche. / El Correo

Con la llegada de los meses estivales, los jóvenes y los adultos tienden a tener más disposición a conocer gente nueva. La rutina y el estrés diario han dejado paso al sol, la playa, a los viajes y a otras actividades ociosas que funcionan como vía de escape relajando a las personas.

Todo ello invita a dejarse sorprender por los demás y estar más receptivo a conocer gente nueva. «En verano una mayor exposición a la vida social propicia el aumento de nuevas relaciones», explica Francesc Núñez, sociólogo de la Universidad de Cataluña (UOC). Son muchos los que vuelven después de sus vacaciones hablando de sus nuevas amistades; pero, ¿realmente lo son? ¿Qué es la amistad? «Entre todos esos conocidos es posible que alguno lo acabe siendo, pero la amistad no surge de repente como puede pasar con el amor», señala el sociólogo experto de la UOC.

Para Núñez «la amistad no es un sentimiento, es una virtud, es el resultado del esfuerzo para construir este tipo de relación con una persona, para trabar dos vidas que estaban separadas». Básicamente lo que explica es que hay que reunir dos aspectos esenciales para tener una amistad. En primer lugar, una fuerte consonancia en los juicios respecto al mundo, es decir, el comportamiento moral y las simpatías y antipatías. Y, en un segundo lugar, una benevolencia y un afecto–amor recíprocos, querer lo mejor para la otra persona sin buscar un beneficio propio.

Hay una ley fundamental, según el sociólogo, que ha de cumplirse para que haya una amistad: «Tienen que estar a tu altura en todos los sentidos. Difícilmente puedes ser amigo de alguien que consideras peor que tú o ser amigo o buen amigo de alguien que creas que está muy por encima de ti», comenta Núñez.

«Falsas amistades» del verano

Debido a la exaltación de las hormonas, las necesidades surgidas durante los viajes, los conocidos en fiestas en los meses de vacaciones, y otras cuestiones, hacen pensar en diferentes tipos de amistades que aparecen en verano. Sin embargo, como apunta Núñez, no se puede hablar de amistades sino de relaciones de verano, que pueden desembocar en el tiempo en «amistades de verdad». El experto clasifica algunas de estas relaciones o «falsas amistades» de verano dentro de cinco categorías.

La primera de ellas engloba a los amigos de «convivencia» o «forzosos» que son aquellos con los que nos vemos obligados a entablar conversación durante los trayectos de los viajes, ya sea por aburrimiento o por proximidad física en el transporte.

Por otro lado, por ejemplo, en los campings o en los hoteles también se generan este tipo de amistades ya que en estos lugares se pueden vivir relaciones muy cordiales y agradables con gente para resolver situaciones prácticas como el cuidado de los hijos u otras necesidades cotidianas. Por lo general, este tipo de amigo «forzoso» tiene una denotación más positiva que el que se conoce en un autobús.

En verano los jóvenes suelen acudir a muchas más fiestas que durante el resto del año. Muchas de las personas que se pueden conocer en una fiesta se suelen encontrar en otros eventos del verano. Este grupo se define como las amistades de «fiesta», según Francesc Núñez.

Muchos suelen disfrutar de sus vacaciones en las mismas fechas y lugares que en años anteriores. Estos son los que el sociólogo denomina como «amigos reincidentes».

La libertad que suele acompañar a los meses estivales ha creado la categoría definida como «follamigos del verano» que agrupa a aquellas personas que tienen un especial interés en mantener relaciones erótico-sexuales, es decir, la única pretensión de estas personas es intimar sin llegar a nada más.

Por último, se encuentra la agrupación denominada «amigos de amigos». A través de las amistades que tiene cada uno es más fácil conocer a las amistades de nuestros amigos. «Partiendo de esta situación es más fácil que esos amigos de amigos se conviertan en «amigos de verdad» para nosotros», explica el sociólogo Francesc Núñez.