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José Luis Lora, emprendedor que, desde hace unos meses, regenta la librería y papelería Ágora, situada en la avenida Hytasa. / A.G. -
Primer día de las rebajas de verano en Sevilla. / José Luis Montero -
Primer día de las rebajas de verano en Sevilla. / José Luis Montero -
Primer día de las rebajas de verano en Sevilla. / José Luis Montero -
Las rebajas de verano, la peor época del año para los pequeños comercios
Ayer dio comienzo, de forma oficial, el más largo periodo de descuentos en los establecimientos, atrayendo, en teoría, a más personas que el resto del año
Atrás quedarán las largas colas en las puertas de los establecimientos para ser los primeros en comprar. O esas ansias locas por tener las mejores gangas. Las rebajas de verano no traen consigo grandes ingresos para los pequeños y medianos comercios, ya que «son muchas las personas que se van de vacaciones, gastándose en esos días el dinero que podrían destinar a comprarse caprichos», afirmó Isabel Campayo, regente, desde hace 39 años, de la tienda de regalos más antigua de Sevilla, Design Home, en pleno centro de la ciudad.
«Durante todos los años que llevo aquí, he vivido tres crisis económicas pero como esta ninguna», comentó Campayo, mientras recortaba papeles de cara a las rebajas, que plasmaba un «antes» y un «ahora». Todavía no hay una confianza real en los ciudadanos para gastar dinero sin pensar en lo que podría venir.
Ya sea en tiendas de ropa, en papelerías y librerías o en tiendas de regalos, lo cierto es que los meses de julio y agosto no son buenos para vender. «En mi caso, estos meses son los más bajos, en los que tengo que hacer una inversión mayor de cara a la campaña escolar de septiembre», apuntó José Luis Lora, gerente de la librería Ágora, en la avenida Hytasa.
Emprendedor junto a su familia, Lora se hizo cargo del traspaso de este negocio en marzo, «con una inversión fuerte, hemos apostado por esto». Y lo han hecho a pesar de no tener casi ninguna ayuda ni financiación por parte de terceros.
Las tiendas ya no permanecen abarrotadas durante todo el día, ni hay personas que se queden sin la talla en la prenda que querían. El culpable, internet. «Al igual que pasó con la apertura de los polígonos, la presencia de la venta online en las grandes empresas o franquicias ha hecho mucho daño a los pequeños comercios».
Y, para seguir adelante, dentro de tantos desajustes económicos, solo hay una solución, el emprendimiento. Crear, luchar, innovar dentro de un sector, tarea que no es nada fácil en los tiempos que corren. «Si no se tiene dinero, emprender es muy difícil porque la financiación está cada vez más complicada», afirmó José Luis Lora. Además, es de valientes querer abrir un negocio cuando no hay nada nuevo por descubrir. «Como pequeño negocio, hay que luchar contra muchos inconvenientes para poder triunfar, por lo que aquellos que arriesguen son unos auténticos héroes para mí», abogó Isabel Campayo.
En el sector de la moda, la situación no dista mucho de lo ya mencionado. Clientes que entran, miran y se van u otros que ni siquiera entran, que con el escaparate es suficiente. Es por ello que «es necesario traer novedades, productos que atraigan a jóvenes, que, en definitiva, son los que más gastan», comentó Ana Conde, propietaria de una tienda de ropa que lleva su nombre.
«Pese a que en primavera se vende más que en cualquier otra época, la presencia de tantos eventos y fiestas hace que se frene la rutina de un comercio», apuntó Conde. Lleva años sin pasar unas vacaciones fuera de El Juncal, lugar donde se encuentra su negocio. Reconoce que a través de las redes sociales se da más a conocer.
Quizás por las fiestas tan próximas, por los regalos de Reyes Magos o por otros motivos, las rebajas de enero dejan más ingresos en las tiendas que las que se van a vivir en los dos próximos meses de verano.