Lipasam llama a los sevillanos al reto de «ponerse el uniforme naranja»

Parece que el Ayuntamiento de Sevilla quiere poner fin a la percepción negativa que suscita la limpieza viaria en la capital hispalense. Un 51 por ciento de los sevillanos suspenden la gestión de Lipasam, según el barómetro que el Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR) publicó el pasado verano. Para ello, el consistorio lanzó este jueves una nueva campaña acompañada de una estrategia que tiene el objetivo de hacer de Sevilla la ciudad más limpia.

Bajo el lema Si todos y todas queremos, Lipasam puede, el Ayuntamiento busca la complicidad y la colaboración del ciudadano hasta tal punto que lo llama «a ponerse el uniforme naranja y que sea uno más de nosotros», explicó José María Ríos, trabajador de la empresa municipal de limpieza e imagen de la campaña junto a su compañera Ana Belén Reyes.

Alcanzar el objetivo de la ciudad más limpia es el reto Lipasam, como reza el leitmotiv de campaña. En palabras del alcalde hispalense, Juan Espadas, se trata de «un reto ambicioso» y animó a los ciudadanos a colaborar en la gestión de la limpieza. «La tarea no es solo cuestión municipal ni de esta empresa, sino de todos los ciudadanos», señaló Espadas. En este sentido, el alcalde hizo un llamamiento a todos los sectores de la ciudad, algunos de los cuales estaban presentes en el acto de lanzamiento de la campaña, como representantes del Sevilla Fútbol Club, Real Betis Balompié, asociaciones de vecinos y el Consejo de Hermandades y Cofradías.

De esta manera, la directora gerente de Lipasam, Virginia Pividal, explicó que la empresa municipal de limpieza trabajará junto a diversas entidades de la ciudad: vecinos, comerciantes, hosteleros, etc. Según Pividal, se trata de emprender «un conjunto de acciones» capaces de «transmitir el mensaje de que necesitamos el compromiso de todos y todas». Para ello, la máxima responsable de Lipasam recordó que es necesaria «la información, la educación y la participación».

Asimismo, Pividal manifestó que «el reto es difícil, pero alcanzable». Para ello, la campaña cuenta con un decálogo que busca que el ciudadano contribuya a mejorar la limpieza de la ciudad con acciones «pequeñas y sencillas» como usar las papeleras, recoger los excrementos o cumplir los horarios de recogida de basura. No obstante, Pividal recordó e incidió en que Lipasam es «el aliado para que Sevilla sea la ciudad más limpia».

La máxima responsable de la empresa municipal de limpieza adivirtió de que «no es una mera acción de comunicación» y defendió que se trata de «una línea de comunicación que tiene como objetivo obtener el compromiso de todos de trabajar por una Sevilla más limpia». «Si Sevilla quiere, si todos queremos, Lipasam se compromete y puede», concluyó Pividal.

Para lograr alcanzar este reto, Espadas declaró que en esta estrategia «no debe haber fisuras», haciendo un guiño a los partidos de la oposición. «Necesitamos la integración de todos los sevillanos y los grupos políticos», explicó el alcalde, que defendió la necesidad de que «todos y todas cambiemos el chip».

Espadas aprovechó la ocasión para pedirle de nuevo al Gobierno que «flexibilice» la ley Montoro que le impide ampliar la plantilla de Lipasam «para ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos». En la actualidad, la empresa municipal de limpieza cuenta con unos 1.800 trabajadores que prestan servicio a una red vial de unos 1.100 kilómetros –la distancia entre Sevilla y Andorra, aproximadamente–. «Ya me gustaría que fueran 2.500, por lo que significa para el empleo público y el servicio que presta a la ciudad», expresó Espadas, quien espera «un gesto» por parte del Gobierno de Mariano Rajoy.