Llaveros de récord Guinness

Un vecino de Sevilla Este inscribe su nombre en el libro de las hazañas al reunir 62.257 unidades

25 jun 2016 / 20:05 h - Actualizado: 26 jun 2016 / 09:08 h.
"Barrios","Este - Alcosa - Torreblanca","Récord Guinness","Juan Espadas","Adela Castaño"
  • Ángel Álvarez entró ayer en ‘El libro Guinness de los récords’ por la colección de 62.257 llaveros que acumula en el garaje de su casa. / Reportaje gráfico: Inma Flores
    Ángel Álvarez entró ayer en ‘El libro Guinness de los récords’ por la colección de 62.257 llaveros que acumula en el garaje de su casa. / Reportaje gráfico: Inma Flores
  • Los llaveros están perfectamente organizados por temáticas y colores.
    Los llaveros están perfectamente organizados por temáticas y colores.
  • El alcalde y la delegada del distrito Este estuvieron presentes en la hazaña.
    El alcalde y la delegada del distrito Este estuvieron presentes en la hazaña.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco... y así hasta 62.257 unidades. Ángel Álvarez, vecino de Sevilla Este, logró ayer inscribir su nombre con letras de oro en los Guinness World Records –el nombre oficial de lo que hasta el año 2000 se conocía como El libro Guinness de los récords– al demostrarse que posee la colección más numerosa de llaveros de todo el mundo.

Seis contadores, dos testigos y una cámara que no dejó de grabar ni un detalle en las más de cinco horas que duró el recuento fueron notarios de una gesta que logró superar la estratosférica cifra de José, un mallorquín que tenía la plusmarca establecida en 47.200 llaveros. Ángel y el garaje de su casa –verdadero templo de su colección en el que los tiene todos organizados por color y temática– consiguieron hacerse con un récord que, aunque nunca buscó, ya puede presumir de hacer patria en Sevilla.

Pero como a pesar de su humildad a nadie le amarga un dulce, el protagonista de la hazaña reconocía ayer sentir «una satisfacción muy grande» por el logro que había alcanzado. Lo decía, visiblemente emocionado, bajo una carpa que el distrito Este le había instalado en la puerta de casa, el número 16 de la calle Zumaque. Allí, arropado por su mujer, sus hijos, algunos familiares e infinidad de amigos, conocía a eso de la una de la tarde que el recuento confirmaba el récord. «Es solo un papel, pero es lo máximo», repetía.

El anuncio desató la fiesta contenida en una calle que incluso se había cortado al tráfico para que nada interrumpiera el disfrute de los vecinos. Hubo hasta un castillo de fuegos artificiales bajo un sol de justicia que se fundió –y no por los 40 grados– con el aplauso de quienes le acompañaban en un día tan especial. Todos, como no podía ser de otra forma, estaban más que invitados a la celebración. Por la puerta de la casa desfilaban, en la misma cantidad que los llaveros, bandejas de tortilla de patatas, empanadas, embutidos, aliños y hasta caracoles para festejar la hazaña con el estómago lleno.

El alcalde Juan Espadas y la delegada del distrito Este, Adela Castaño, también quisieron estar presentes en este día. Suyo fue uno de los regalos más especiales de la jornada, un llavero del distrito que pasaba a ser el 62.258 de su colección y que, curiosamente, aún no tenía. Pero no fue ésta la única visita singular que recibió Ángel. A las 6 y media de la mañana, Carmen Pérez coleccionista de llaveros de países desde los 15 años y su marido habían cogido su coche para venir desde Málaga a presenciar el récord en persona. «Tiene mucho mérito, se lo puedo asegurar».

Ahora a Ángel le toca remitir toda la documentación a Londres para que la organización del Guinness confirme el récord. Pero entre tantas felicitaciones, también le quedó tiempo para pensar en el futuro. «Seguiré coleccionando pero seguramente me lo tome de otra forma». Pero por el momento sigue en sus trece. Hace solo unos días que consiguió en Torremolinos –su hogar para las vacaciones– una pieza nueva de Indonesia que sumar a la serie. Ni siquiera el récord logra frenar una afición que ya es toda una forma de vida.