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Francisco Vivas muestra la hoja de inscripción en el registro de demanda quirúrgica. / El Correo
Este jueves expiraba el plazo de seis meses para su operación –una resección de colon transverso para zanjar su diverticulitis–, incluida en el decreto de garantías de tiempos de respuesta para intervenciones quirúrgicas del Sistema Sanitario Público de Andalucía. Pero Francisco Vivas, un sevillano de 67 años residente en Espartinas, siente que le están «toreando» y no ve fecha para el final de su calvario, y todo porque en agosto optó por solicitar el traslado de su caso desde el hospital San Juan de Dios del Aljarafe al Virgen del Rocío.
«Estoy en lista de espera desde el 5 de abril y me hicieron la prueba de la anestesia el 1 de junio en Bormujos. Entonces el anestesista me dijo que me llamarían para operarme de forma inmediata, que sería antes de un mes», relata Francisco, que esperó y esperó... hasta que «viendo que tardaban mucho, me acogí al derecho a elegir hospital y solicité que me intervinieran en el Virgen del Rocío, del que tenía buenas referencias en esta especialidad. Llamé el 18 de agosto y me confirmaron que estaba en lista de espera y que me respetaban los plazos. Hasta ahí todo fue fácil».
Su paciencia se agotó cuando entrado septiembre recibió una carta en la que le daban cita para el 13 de febrero de 2018, pero no para la intervención... sino para pasar consulta. «Yo que ya estaba como quien dice con el macuto preparado para salir para el hospital en cualquier momento...», se queja.
«Es un cachondeo, llevo seis meses llamando y no hay manera», explica Francisco, al que diagnosticaron una diverticulitis aguda que le tiene muy dolorido: «Tengo diarreas fuera de lo normal y dolores de vientre horribles. Ya he estado varias veces ingresado. Casi no puedo salir de casa porque de repente se me descompone la barriga. Ha habido noches en las que he ido al váter seis y siete veces», relata sobre las fatigas que viene padeciendo.
RESPUESTA DEL HOSPITAL
El Virgen del Rocío argumenta que «hay que tener en cuenta que el paciente pasa a ser atendido por un equipo de profesionales distinto, por lo que tiene que acudir a una nueva consulta donde el especialista ha de confirmar la indicación quirúrgica, evaluar su historia clínica y programar la cirugía de su patología». Y añade que «el proceso de cambio de centro supone que el paciente se encuentra actualmente en situación de transitoriamente no programable. Por tanto, la garantía de 180 días queda en suspenso, aunque se sigue contando el tiempo en lista de espera y se intervendrá al paciente lo antes posible».
Pese a estas explicaciones, el hospital admite que «se ha detectado que se ha producido falta de información y descoordinación entre ambos centros», por lo que «desde los hospitales Virgen del Rocío y San Juan de Dios se pide disculpas por la situación y el malestar generado al paciente», al que «no le ha sido convenientemente explicada la situación». Mientras, Francisco espera y, claro, se desespera.