Lo que no le contaron sobre Francisco Pizarro

Tras diez años de investigación, el historiador Esteban Mira publica una reveladora biografía del conquistador de Perú

16 feb 2018 / 10:13 h - Actualizado: 16 feb 2018 / 10:23 h.
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  • Estatua de Francisco Pizarro en la localidad cacereña de Trujillo. / El Correo
    Estatua de Francisco Pizarro en la localidad cacereña de Trujillo. / El Correo
  • Esteban Mira Caballos, doctor en Historia de América. / El Correo
    Esteban Mira Caballos, doctor en Historia de América. / El Correo

Como suele ocurrir con cualquier personaje histórico, la vida de Francisco Pizarro ha llegado a día de hoy de maneras muy distintas. No obstante, la forma en la que se suele presentar al trujillano difiere mucho de la que se esboza de sus contemporáneos y es innegable que la imagen que se tiene de Hernán Cortés, el conquistador singular, el guerrero prototípico, el hombre exitoso, no puede compararse a las historias que se presentan sobre Pizarro, un simple imitador. Esteban Mira Caballos, doctor en Historia de América por la Universidad de Sevilla y miembro correspondiente extranjero de la Academia Dominicana de la Historia (2004) y del Instituto Chileno de Investigaciones Genealógicas (2012), publica ahora lo que parece ser una versión definitiva, más auténtica, más documentada, del expedicionario extremeño: Francisco Pizarro. Una nueva visión de la conquista de Perú.

El autor de este libro, que ha sido galardonado con varios premios como el de la Fundación Xavier de Salas, la Obra Pía de los Pizarro o el José María Pérez de Herraste y Narváez, ofrece en esta obra una nueva y exhaustiva biografía del trujillano basada en la evidencia documental existente, hecho comprobable por cualquier lector, que puede consultar en el libro todas las fuentes utilizadas. Pero lo más significativo es que, al contrario que otras narraciones sobre héroes o guerreros del pasado, no es hagiográfica, es decir, no se limita a destacar las excelencias, la grandeza, las dotes militares y la extraordinaria personalidad del biografiado, sino que traza una semblanza renovada, una biografía totalmente nueva.

Del conquistador, como el propio profesor Mira ha señalado, se han dado versiones muy dispares y, en ocasiones, antagónicas, dependiendo de la atención prestada por su autor a unos testimonios frente a otros para sostener una cosa o la contraria. De hecho, existen decenas de crónicas e historias con enfoques completamente opuestos, y todas deben ser leídas con ojo crítico, porque cada una de ellas encierra unos intereses muy personales y una visión histórica condicionada por circunstancias muy concretas.

Es importante destacar la exhaustividad del estudio documental que se ha llevado a cabo para la culminación de este libro, pues parece que, aunque muchos historiadores aseguraron haber hallado y publicado una gran cantidad de documentos, no fueron lo suficientemente precisos, y aún hoy podemos encontrar un importante número de referencias inéditas que nadie recopiló y que han servido para perfilar con mayor precisión los sucesos que rodearon la vida del conquistador de Perú. Como cuenta Mira en la introducción, las fuentes documentales para la biografía de Pizarro son limitadas, ya que no dejó testimonios escritos sobre sus hazañas, al contrario que otros como Julio César o Hernán Cortés. «Una vez más el político gana al guerrero», decía el historiador haciendo referencia a la forma a la que pasaron a la historia cada uno de estos personajes.

Mira Caballos es un investigador de fondo y no oculta su interés por divulgar sus hallazgos, aunque advierte que no todo trabajo de divulgación esconde detrás una ardua búsqueda documental, lo que puede perjudicar a obras como la suya. Con este trabajo, en el que ha invertido diez años de su vida, el historiador tiene como objetivo brindar una verdad más auténtica, más clara y transparente; aunque asegura que la obra «va a ser un libro polémico», pues España es un país muy sensible a los mitos de la historia patria, especialmente a aquellos que tienen que ver con la conquista.

Pizarro fue un guerrero y las medidas que tomaron los guerreros españoles en el Nuevo Mundo son una realidad que siempre se tiende a suavizar para paliar el sentimiento de culpa. El «Hernán Cortés pacifista» del que tantas veces ha llegado a hablarse no existió nunca. «Yo los admiro», decía Mira, «pero la historia no nos exime de que podamos criticarlos». «No podemos ignorar lo que realmente ocurrió y quiénes fueron los conquistadores del Nuevo Mundo».