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El monumento a Curro es de los más azotados por el vandalismo desde su inauguración. / Juan Carlos Cazalla
Ni el de Curro Romero, diana frecuente de pintadas por parte de grupos animalitas desde su inauguración en 2001, ni el de su vecino de enfrente, el también matador de toros Manolo Vázquez. El monumento más castigado en Sevilla por las acciones vandálicas ha sido este año el dedicado al Vendedor de Prensa, situado en la confluencia de las calles Lumbreras y Torneo, que ha tenido que ser intervenido hasta en cuatro ocasiones, seguido de las esculturas de Fray Bartolomé de las Casas (próximo al puente de Triana), del General San Martín (calle Torneo) y de la Duquesa de Alba (Jardines del Cristina).
En total, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia de Urbanismo, ha ejecutado en lo que va de año un total de 23 actuaciones de limpieza y protección sobre monumentos que han afectado a 17 bienes, aunque sobre algunos de ellos se ha actuado en más de una ocasión, casos de la Glorieta de Covadonga (3), de las Columnas de la Alameda de Hércules (2) y del ya referido monumento al Vendedor de Prensa (4).
Según informaron fuentes municipales, el presupuesto para limpieza de grafitis y pintadas en monumentos urbanos ha sido este año de 15.000 euros –casi la mitad del dedicado a este menester en 2010, con 29.000 euros–, aunque hay una reserva adicional para posibles contingencias.
Estas campañas de limpieza de grafitis se están haciendo desde 2009 –año en que se llegó a intervenir sobre 22 monumentos– y desde entonces se observa un «descenso en el número de bienes afectados y una reducción notable en cuanto a la extensión de las pintadas». La Gerencia de Urbanismo contrata anualmente con una empresa especializada los trabajos de limpieza y protección de monumentos públicos, una tarea que en este momento ejecuta la firma Metis Restaura.
Este servicio tiene una capacidad de respuesta inmediata, pues se cuenta con un periodo máximo de 96 desde la detección del daño hasta su tratamiento. Las labores de limpieza son ejecutadas por un equipo de restauradores especializados, que aplican un tratamiento específico en función del tipo de pintada y, sobre todo, de los materiales constitutivos de cada monumento (bronce, piedra, ladrillo o cerámica).
Además de las inspecciones periódicas, este servicio atiende los avisos que los ciudadanos hacen llegar a través del 072 o de las cuentas de Twitter oficiales del Ayuntamiento.