Grafitis en muros y fachadas, contenedores soterrados que no pueden absorber la basura que se genera, daños en pavimentos y escaparates derivados del baldeo con agua a presión de las calles, papeleras desbordadas de basura... Los comerciantes del Casco Antiguo de Sevilla han mostrado su descontento con el trabajo que realiza en la zona la Empresa Pública de Limpieza del Ayuntamiento de Sevilla (Lipasam). Por este motivo, reclaman una actuación urgente para «acabar con los perjuicios» y «la pobre imagen de la ciudad» derivados de esta situación de abandono que afecta a la actividad comercial y también a los vecinos y los turistas.
La asociación Alcentro, en representación del comercio y servicios del centro de la ciudad, ha emitido un comunicado en el que denuncia el «mal estado» y la «suciedad» de las calles y plazas del Casco Antiguo. Su denuncia va más allá y señala un máximo responsable: «El trabajo insuficiente de Lipasam». En este sentido, reclaman al Ayuntamiento una respuesta basada en un refuerzo de los servicios de limpieza y un nuevo planteamiento que corrija las carencias que existen en estos momentos.
En su denuncia de abandono, los comercios relatan varios hechos que han hecho saltar todas las alarmas en las últimas semanas. En primer lugar, señalan el caso de los contenedores hidráulicos que se han instalado en los últimos años en distintos puntos del Casco Antiguo para acabar con la mala imagen de los tradicionales contenedores de basura. Explican que el actual sistema soterrado «tiene una capacidad insuficiente para la cantidad de bolsas de basura que se depositan diariamente», y que su abertura limita la entrada de grandes bolsas, que terminan en el suelo: «O está lleno o la bolsa en tan grande que no cabe por la boca del contenedor». A ello hay que añadir también las «continuas averías» de este sistema hidráulico. Mientras son solventados los fallos, la situación lleva a «la acumulación de basura fuera, en los alrededores» provocando «una mala imagen» y «un gran inconveniente» para la actividad comercial, los residentes de la zona y, en especial, los visitantes que pasean por el casco histórico durante su estancia en Sevilla. «En Alcentro no queremos permitir que esta mala imagen siga pesando sobre Sevilla», insisten en su escrito que completan con un ilustrativo anexo de fotografías.
Grafitis en fachadas
Otro síntoma de la suciedad en el centro son los grafitis. Desde la asociación Alcentro se asegura que es «un problema que asola a comercios y empresas», ya que «cada día amanecen con pintadas puertas, muros o fachadas». Los comerciantes se quejan de las soluciones propuestas por parte de Lipasam para frenar este tema son «insuficientes, siempre y cuando las autoridades pertinentes no sancionen y actúen contra los grafiteros», que, como bien indican en su escrito de denuncia, «firman cada una de sus obras de arte».
Pero hay más. El baldeo con agua no potable al que es sometido cada noche el centro no convence a los responsables de los negocios. Aseguran que «los camiones y mangueras utilizadas por los trabajadores de Lipasam causan constantes daños en las calles». Entre los desperfectos que ocasiona esta práctica de limpieza citan los «desplazamientos del mobiliario urbano», «manchas en escaparates comerciales» y «daños en esquinas de las tan típicas calles angostas de esta zona de Sevilla».
Además de las calles sucias, los comerciantes de Alcentro alertan de la poca renovación de las papeleras que hay a lo largo del Casco Antiguo. «Están desbordadas. La basura rebosa o, simplemente, cae al suelo. Al estar llenas, no hay dónde dejar un papel», advierte un comerciante de una tienda de moda de la calle Francos, quien pide al Ayuntamiento «un refuerzo de los servicios de limpieza» en una zona donde «pasa tanta gente al día» y es «la primera imagen que se lleva el turista cuando nos visita». «No podemos seguir dando una antiestética y pobre imagen de ciudad por abandono de la limpieza viaria», concluyen en Alcentro.