El próximo 6 de enero, no faltará un juguete en ninguna casa. Es la principal intención que tienen personas de todo tipo, anónimas, voluntariosas y con ganas de hacer un esfuerzo por los demás, que se han unido en Sevilla al movimiento ‘Elfos y calcetines’. La idea es tan sencilla como eficaz: se busca a una persona que quiera aportar un juguete, se coordina la entrega y se hace feliz a un niño. De coordinarlo todo se encargan los responsables de la idea, que completan la magia.
Y es que desde hace tres años, estos elfos trabajan para que ningún niño, por mala que sea su situación social, se quede sin juguetes cuando pasan los Reyes Magos, con una mezcla de magia y solidaridad perfectamente aplicada.
Se trata de una idea llamada 'Elfos y calcetines Sur', que cuenta con unos 400 voluntarios en Sevilla, lo que hace que se cuente ya con más de 130 que el año pasado. Un idea que extiende su iniciativa allá donde es demandada, para culminar su labor la misma noche del 5 de enero, siempre velando para que no haya ningún niño que, cuando se levante la mañana del Día de Reyes, vea que no hay regalo alguno esperándole bajo su árbol de Navidad.
Todo coordinado
Parece complicado, pero Carlos Emperador, que junto a su padre, Rafael, coordina todo lo que se hace para que a sus niños no les falten los regalos, asegura que es simple, con el matiz de que es imprescindible que los Magos de Oriente no se olviden de ningún niño.
A nivel nacional, la idea ya reúne a más de 3.500 voluntarios en toda España, tras nacer en Galicia en 2012. Llegó a Andalucía, de forma autónoma, en 2015: “es un calcetín donde va el regalo, que hace que un niño que vive en una familia en riesgo de exclusión social, por lo que por su casa no pasarán ni Papá Noel ni los Reyes Magos, tengan su regalo gracias a los elfos". Todo es misterioso al hablar de la idea, pero todo se traduce en la entrega el 6 de enero.
Pero, ¿quién puede ser un elfo? Es fácil. Puede ser cualquiera que quiera encargarse de que un calcetín tenga el regalo que los Reyes tenían pensado para él, comprándolo y enviándolo de su parte, con lo que "la carta del calcetín te llegará a ti en vez de a los Reyes", lo que los propios organizadores, ahora sí, definen como "magia".
“Nos valemos de algo tan poderoso como es una persona con ganas de ayudar”, explican sus responsables, que definen así los dos conceptos principales de la idea: Un calcetín "es el motivo por el que empezamos todo esto, un niño que vive en una familia en riesgo de exclusión social, por lo que por su casa no pasarán ni Papá Noel ni los Reyes Magos. Pero para eso estamos los Elfos”, que cualquiera que quiera encargarse de que un calcetín tenga el regalo que los Reyes tenían pensado para él, comprándolo y enviándolo de su parte”.
Ojo, no son duendes
Sus responsables recuerdan que es importante dejar claro que los elfos no son duendes. Son mágicos, eso sí. Una vez pasado ese trámite gramatical, sigue la explicación. “Mediante su magia concreta se hacen con las cartas que los niños escriben, y las hacen llegar a sus colaboradores, con la condición de que cada elfo tiene que elegir un solo regalo de la carta, con un precio máximo de 30 euros. El elfo se compromete a comprarlo, envolverlo y llevarlo a lo que se denomina 'Punto Elfo’”.
Ese es el lugar en el que, mediante un código que garantiza la privacidad del niño, se gestiona que los jefes de los elfos terminen de aplicar su magia, para que el regalo aparezca en la casa del niño cuando abra los ojos la mañana del 6 de enero.
Casi con el verano se comienzan a gestionar los primeros capítulos de la iniciativa, aunque, como en todas las campañas que se organizan cuando llegan las fiestas navideñas, las colaboraciones aumentan cuando va llegando el frío.Una vez que llega el otoño, el trabajo aumenta.
Trabajo intenso en ♦los últimos días
Cuando se tienen todas las cartas listas es el momento en el que hay que empezar a trabajar intensamente, ya que las cartas a los elfos se terminaron de enviar el pasado 26 de diciembre. La magia sigue en ese punto porque entra en juego la confianza ciega de los elfos jefes en los elfos colaboradores. Con todo coordinado, los regalos comienzan a llegar a los puntos de transferencia. Con las cabalgatas de Reyes en la calle se termina el reparto.
En ese momento, los elfos han terminado su labor con éxito. Parece mentira, pero cuando acaba la campaña de entrega de los regalos, no se queda ni uno en los almacenes, y ni una carta se ha quedado sin respuesta. La magia de los elfos es total en ese sentido.
La idea es llevar la iniciativa a nuevas provincias andaluzas y lograr, con más y nuevos elfos, que ningún niño se pregunte el 6 de enero por qué los Magos de Oriente no pasaron por su casa.
El movimiento ‘Elfos y calcetines’ es simple: se busca a una persona que quiera aportar un juguete, se coordina la entrega y se hace feliz a un niño. / El Correo