Los farmacéuticos recetan volver al principio activo

Continuo anhelo del Colegio. Aseguran que el modelo anterior era más ventajoso para los pacientes y para el sector. Este sistema, con una subasta de medicamentos, es menos flexible y provoca más recelo entre los usuarios

17 dic 2016 / 07:57 h - Actualizado: 17 dic 2016 / 07:57 h.
"Chequeo a las farmacias"
  •  Una usuaria es atendida por una farmacéutica. / El Correo
    Una usuaria es atendida por una farmacéutica. / El Correo

Cualquier tiempo pasado fue mejor. Así lo creen los famacéuticos sevillanos, que entienden que el anterior sistema para dispensar medicinas era mucho más flexible que el actual, basado en la subasta de medicamentos –un modelo avalado este jueves por el Tribunal Constitucional tras el recurso interpuesto por el Gobierno–. Ese sistema permitía ofrecer cualquier otro producto diferente al que aparecía en la prescripción siempre que estuviera dentro de un determinado grupo.

«Ahora debemos dar al paciente el medicamento recetado y si no lo tenemos, como no es el que toma, crea recelo y más aún cuando se trata de una población de edad avanzada. En este caso, suele crear malestar porque no les gustan los cambios, estaban encantados con esa situación y al final se genera cierta tensión. Hemos colaborado siempre con la Administración andaluza», señala María Isabel Andrés, vicesecretaria del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla.

Otro problema –añade– se produce cuando el laboratorio concertado con la Seguridad Social no tiene capacidad para abastecer a las farmacias y son ellas quienes deben buscar otro centro, «sin olvidar las continuas reclamaciones de los pacientes cuando quieren algo que no tienen en la tarjeta porque no está previsto hasta dentro de unos días; las farmacias –subraya– tenemos prohibido adelantarlos».

Son algunas de las quejas de un sector que, por lo demás, está viviendo una nueva etapa en la relación con los usuarios. Los pacientes acuden menos al médico y de ahí, la adaptación continua a esos cambios. «No se trata solo de controlar los medicamentos sino que abordamos cuidados relacionados con la alimentación, la piel, el mundo infantil o el bienestar. Como profesionales es algo que nos gusta y hace que tengamos una valoración alta», explica Andrés.

Aperturas

Donde no existen quejas es sobre el número de farmacias existentes en Sevilla. El actual mapa dibujado por el Colegio muestra que en la capital se encuentran abiertos 400 establecimientos –hay un total de 460 repartido por la provincia–, de modo que cada botica atiende a una media ligeramente inferior a los 2.200 habitantes, ratio menor a los 2.226 del pasado año, según datos aportados por el Colegio. Una cifra positiva –«el 99% de los usuarios tienen una farmacia cerca– si se tienen en cuenta otras medias como la andaluza y la española y, sobre todo –conviene aclarar– que más allá de los concursos de apertura de oficinas de farmacia convocados en las diferentes comunidades autónomas, la única forma de ponerla en marcha es comprar una licencia existente o por medio de una herencia. Precisamente por esto último son uno de los negocios más ligados a la familia.

La normativa para su apertura, que se ha modificado recientemente con un Decreto–Ley de la Junta de Andalucía vigente desde 2014, establece que no se puede abrir una botica en cualquier lugar sino que deben repartirse por la ciudad y con una distancia mínima entre una y otra, por lo general, de 250 metros, para que todas sus zonas estén abastecidas. Este criterio de equidad es el mismo que rige en la asignación de los turnos de guardia –de día y de noche– aunque en este caso, está delegada esta competencia a la Administración, que para la designación de esas farmacias utiliza el concepto de distrito sanitario y no se basa en los códigos postales.

Competencia

Las parafarmacias, que no deben cumplir los mismos requisitos para su apertura, no pueden vender productos considerados medicamentos según la ley y se dedican, fundamentalmente a la comercialización de preparados de plantas medicinales y productos homeopáticos. En el Colegio de Farmacéuticos no son ajenos a esta realidad y admiten que este escenario les «viene mal y no pueden hacer nada desde este órgano colegiado». Para contrarrestar esa competencia, «ofrecemos algo que sí nos diferencia de ese sector y es el consejo profesional. El paciente, cuando compra este tipo de productos en una farmacia, tiene la seguridad de que lo tratamos como si fuera un medicamento más», subraya su vicesecretaria.

La puesta en escena de este sector ha hecho que disminuya el poder adquisitivo de las farmacias, unido a la situación económica actual. Sin embargo han sido las empresas de distribución de medicamentos las que han sufrido más adversidades, hasta el punto de que las cooperativas encargadas de estas tareas han tenido que fusionarse para sobrevivir a la crisis y a la subasta de medicamentos y optimizar de este modo recursos.

Formación

El sector farmacéutico en Sevilla ha puesto en marcha una serie de servicios profesionales que se pueden ofrecer en la red de oficinas de la provincia de manera complementaria a la dispensación de medicamentos. Esta cartera de servicios tiene como finalidad promover una mayor prevención de enfermedades y promover la salud entre los pacientes del entorno. «El objetivo no es que todos sean expertos en todo sino que cada uno se especialice en un área concreta», aclara Andrés.

Hasta la fecha, este programa se ha centrado en ámbitos como la dermofarmacia, salud y bienestar, nutrición, diabetes, la población infantil y la tercera edad. Para el próximo año, está previsto la impartición de un servicio relacionado con el deporte y la salud. La idea es tratar no solo a pacientes hipertensos o diabéticos sino a aquellos que son especialmente sensibles a determinadas cuestiones. En definitiva, invertir en la prevención como medio para evitar futuras enfermedades