Ya lo dice una sevillana que se canta en Pentecostés: «El Rocío es todo el año, no sólo la romería». Una realidad que tienen interiorizadas todas las hermandades que conforman la gran familia rociera, que no sólo van a donar una corona de oro a la Blanca Paloma con motivo del centenario de su coronación en 2019, sino que también se unirán para realizar una obra social que quedará para la posteridad en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

El proyecto ha sido bautizado como #coronadeamor a la Virgen y nace con el objetivo de «facilitar el día a día de un colectivo muy presente en nuestra sociedad». Así, aprovechando la infraestructura que se ha creado en el mundo rociero con motivo de la consecución de la presea que han diseñado los hermanos Delgado López, las hermandades y asociaciones de Nuestra Señora del Rocío de toda España han querido completar este proyecto de unión dando un paso más y llevar la alegría del centenario de la coronación de la Patrona de Almonte a los más desfavorecidos. «Desde que surgió la iniciativa hace un año, se vio necesario que la nueva corona fuera acompañada de un proyecto social conjunto que se ha denominado una corona de amor», explica el presidente de hermandad Matriz de Almonte, Juan Ignacio Reales.

De todos los campos estudiados, se acordó centrarse en los niños y jóvenes hospitalizados en el área de Oncología Pediátrica de la Ciudad Sanitaria Virgen del Rocío de Sevilla, que atiende a pacientes de toda Andalucía, parte de Extremadura y del norte de Marruecos.

Por mediación de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía (Andrex), cuenta Reales, se entró en contacto con el proyecto de construir un módulo de adolescencia de tratamiento oncológico, con dependencias propias, como habitaciones, enfermería, archivos, farmacia y sala de atención a familiares. También incluía una sala de estar lúdica, de convivencia y terapéutica «para que los adolescentes mantengan el apoyo emocional y psicológico necesario, evadiéndose por unas horas de la enfermedad que les afecta».

Precisamente, esta última estancia se levantará con los kilos solidarios de la nueva corona que entregarán las hermandades filiales rocieros a la Reina de las Marismas cien años después de su coronación canónica. «Durante estos últimos meses se han estado recibiendo todo tipo de aportaciones, muchas de ellas con hermosas historias, bien sean piezas o retos de oro o de plata, donativos económicos... Una parte se hará dinero metálico y se empleará en este proyecto conjunto que unirá aún más a toda la familia rociera», concluye Reales, quien además incide en el «doble significado» de esta corona en la que trabajan los hermanos Delgado: «es una ofrenda para la Virgen y para los necesitados».