-
-
-
-
La vicepresidenta de la ONCE entrega un premio. / P. Herrera
La práctica del deporte en equipo es uno de los mejores caminos para educar a los niños y jóvenes en valores. Por ello, este fin de semana la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) ha celebrado en Sevilla el II Encuentro de Escuelas Deportivas para favorecer la integración de estos chavales y para que aprendan a hacer grupo.
En esta edición, la primera se desarrolló en Madrid, han participado 110 alumnos de entre 10 y 15 años procedentes de los centros de recursos educativos de la ONCE de toda España: Sevilla, Madrid, Barcelona, Alicante y Pontevedra, donde se atienden a un total de 7.496 alumnos ciegos o con discapacidad visual grave.
La directora de recursos educativos de la ONCE en Sevilla, Eva Pérez, destacó ayer que a pesar de la lluvia el encuentro ha sido un éxito –solo se tuvieron que adaptar algunos horarios y realizar algún cambio en la ubicación de las competiciones–, porque ha servido para que todos los participantes hayan podido «compartir y hacer grupo a través del deporte». Insistió en que con estos campeonatos además de competir también se aprende a ayudar y a valorar que lo importante no es solo ganar, sino jugar en grupo.
De forma muy similar se pronunció la vicepresidenta de la ONCE, Patricia Sanz, quien se mostró muy satisfecha con estas jornadas deportivas por la capacidad de movilización que han tenido y por el nivel de participación. Asimismo, animó a los chicos a que inviten a sus amigos y compañeros de clase sin discapacidad a que se acerquen a conocer el deporte para las personas con discapacidad y apuesten por la integración.
En el acto de clausura del evento se anunció que el III Encuentro de las Escuelas Deportivas de la ONCE se celebrará el próximo año en Alicante, donde los jóvenes sevillanos participarán con la ilusión de aumentar el palmarés que han obtenido este fin de semana en Sevilla. Han logrado una medalla de oro en fútbol sala y otra de bronce en el campeonato de goalball –deporte específico para ciegos que se inventó tras la Segunda Guerra Mundial–.
Todos los campeonatos han sido abiertos al público para que los ciudadanos hayan podido comprobar la destreza, el esfuerzo y el afán de superación de los chicos en las distintas disciplinas deportivas como el fútbol para ciegos o deficientes visuales, el goalball o el judo.