La Velá de Santiago y Santa Ana tiene su encanto y todos quieren ser parte de ella. A los pies del barrio de Triana y junto a la calle Betis, acoge desde el pasado jueves una de las mejores fiestas sevillanas del verano. Risas, juerga, competiciones y muchas reuniones de amigos. Una excusa sana para salir y aprovechar la grandeza de la ciudad a la que también se apuntan turistas. Hoy y mañana vivirán sus horas grandes con la onomástica de Santa Ana.
La Velá de este año cuenta con tres casetas nuevas. Situadas al final de la calle Betis, Corriente Roja, Círculo Andaluz del Tebeo y Participa Sevilla, son las últimas en ocupar un sitio privilegiado en paralelo al curso del río. «Nos han acogido estupendamente en el distrito», explica Carlos Sánchez, uno de los cuatro camareros del Círculo Andaluz del Tebeo. Cuenta que empezaron el martes a montar, «como hacen todos», y que desde que comenzaron no han parado. Con diferencia, confiesa, «el mejor día fue el viernes. Pero por la noche, porque la Velá por el día está muerta, hace mucha calor». Sánchez afirma además que están viviendo «una experiencia muy bonita» y que esperan estar también el próximo año.
Puerta con puerta está la caseta de Participa Sevilla, de la nueva formación política. Javier Morales es trianero de por vida y encargado del papeleo que ha hecho posible que estén aquí: «No nos ha costado mucho. Había ganas de estar y aquí estamos». Empezaron en la del Cerro del Águila y ahora en Triana, y así, «queremos estar en todas las de Sevilla». La de Participa es una caseta particular. Está totalmente decorada con los movimientos sociales que les han caracterizado para ser un grupo político. También cuentan con un cartel de Andrés Bódalo, el edil de Podemos en Jaén que entró en la cárcel hace unos meses. Morales está encantado del recibimiento de los trianeros, que les han acogido con los brazos abiertos. No han parado de trabajar durante todos los días de la Velá, pero para ellos «no supone problema alguno».
Por último, la caseta de Corriente Roja cierra el ciclo de las caras nuevas de este año en el viejo arrabal. Detrás de la barra, con paño en mano, está Miguel Ángel Ruiz, un foráneo que está «echando una mano» en la caseta. «Para nosotros es un placer estar aquí. Yo soy de Madrid, pero muchos de mis compañeros son de Triana», reseña. También es la primera vez para esta caseta, donde están «muy agradecidos» a todos los que les están apoyando. En este sentido, Ruiz dice que «la Velá está muy bien organizada. Tiene mucha seguridad y hay un buen ambiente familiar». A lo que aprovecha para agradecer al distrito «el trato» y «la posibilidad» que les ha dado para formar parte de la celebración del arrabal.
Por otro lado, este domingo ha tenido lugar la tradicional competición de pesca, que finalizó con una gran paella y una degustación de vinos en la caseta de la hermanad de San Gonzalo. Fue lo que le dio vida a la Velá de la mañana. Eso sí, poco a poco, el olor de la comida y las grandes ofertas atrajeron a los comensales. No faltó la cerveza fresquita ni las sardinas asás, una degustación que calma a las fieras y sofoca los calores de este julio en alerta naranja por la subida del mercurio.
Un año más la polémica se coló en la Velá. A pesar de que la delegada del distrito Triana, Carmen Castreño, afirmara que no es un lugar para mostrar los elementos propios ni tampoco las banderas políticas, ningún partido político –excepto Ciudadanos que no está– lo respeta. PP, PSOE, IU y Participa Sevilla, todos sacaron a relucir sus elementos propios. Eso sí, unos más reivindicativos que otros. En la caseta de IU ondea la bandera republicana; mientras que Participa, por su parte, hace gala de un tendedero reivindicativo del que cuelgan camisetas resumiendo sus iniciativas sociales. En definitiva, la Velá de Santiago y Santa Ana tiene su encanto tradicional y ni las banderas o los signos políticos pueden con la idiosincrasia de la fiesta.