Las reacciones políticas a la oleada de turismofobia no se han hecho esperar. En este sentido, el secretario de Acción Electoral y Programa del PSOE-A, Carmelo Gómez, anunció que el Grupo Socialista en el Parlamento andaluz presentará una proposición no de ley para debatir un modelo de turismo «sostenible y que repercuta en un reparto de la riqueza». El dirigente socialista abogó por que los beneficios de las empresas se repartan «entre los trabajadores y mejorar sus condiciones laborales», pero culpó al Gobierno central como responsable de la pérdida de derechos laborales debido a la reforma laboral.
Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, defendió la necesidad de conformar un pacto que genere «un modelo duradero de turismo de calidad y sostenible», tal y como le al regidor hispalense, Juan Espadas. Pérez hizo hincapié en «conservar y cuidar el turismo», porque es «uno de los principales económicos de la ciudad». El pacto contempla doce propuestas encaminadas a diversificar la oferta turística «mediante la apuesta de otras tipologías de turismo». Del mismo modo, Beltrán Pérez abogó por potenciar el río como «motor de creación de ocio».
El portavoz de Izquierda Unida en el Consistorio hispalense, Daniel González Rojas, criticó al Gobierno de Juan Espadas por «favorecer» la implantación de pisos turísticos, pese a que el discurso público al respecto es «contrario». Rojas advirtió de que se está creando una «burbuja» con el turismo, por lo que ve conveniente controlar los pisos turísticos, una iniciativa defendida en el Pleno por el PSOE, pero que «después, no pone su discurso en práctica». Rojas reclamó un aumento de control a estos pisos que conllevan «un aumento del precio del alquiler y una competencia desleal a los hoteles».