Los peligros del verano se pueden evitar si sabes cómo

Los largos paseos por las playas pueden ocasionar problemas de musculatura y lesiones. Hay que proteger los pies en las zonas de piscinas para prevenir la aparición de hongos

15 jul 2017 / 21:20 h - Actualizado: 15 jul 2017 / 21:25 h.
"Salud"
  • Las caminatas en la playa pueden ocasionar problemas de musculatura o lesiones en el caso de que los paseos sean muy largos. / El Correo
    Las caminatas en la playa pueden ocasionar problemas de musculatura o lesiones en el caso de que los paseos sean muy largos. / El Correo
  • Bañistas disfrutando del clima veraniego en una playa.
    Bañistas disfrutando del clima veraniego en una playa.
  • Los peligros del verano se pueden evitar si sabes cómo
  • Jóvenes disfrutando de la terraza de la playa de Sevilla Beach. / El Correo
    Jóvenes disfrutando de la terraza de la playa de Sevilla Beach. / El Correo

Durante las vacaciones de verano son muchos los que descuidan su salud excediéndose en las comidas o con un sueño irregular. Pero los expertos explican que se puede disfrutar de los meses estivales con una buena salud.

El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía advierte sobre la necesidad de moderar el tiempo de los paseos descalzos por la playa, así como de extremar el cuidado en piscinas comunitarias para prevenir hongos y verrugas plantares en los pies. «El contacto del pie con la arena junto al mar no siempre es beneficioso ya que sobrecarga la musculatura y puede provocar lesiones si los paseos son largos», explica el presidente del Colegio de Podólogos de Andalucía, Jorge Barnés. «Hay personas a las que sí les puede venir bien pero ante cualquier mínima molestia recomendamos acudir al podólogo para que realice el estudio biomecánico necesario que indicará si es aconsejable o no», añade Barnés.

Al elegir la zona de playa por la que andar descalzo, es mejor caminar por la orilla del mar, donde la arena es más consistente y habrá menos hundimiento del pie, por lo que disminuirá la tensión muscular y la inestabilidad. Sin embargo, las playas no son completamente planas y desequilibran el cuerpo al caminar forzando las articulaciones, soportando más peso en una de las piernas y doblando los tobillos.

Por otro lado, en verano también aumenta la asistencia a piscinas. En este sentido, el contagio de hongos y verrugas plantares es uno de los principales peligros de las zonas húmedas como piscinas comunitarias. Para evitarlo, es aconsejable proteger los pies, especialmente en los niños, con escarpines en la zona de baño o con chanclas en los espacios comunes. «Los síntomas más comunes de padecer hongos en los pies, son por lo general, gran picor entre los dedos, fundamentalmente los centrales, así como enrojecimiento de la piel, descamación de la misma, grietas en ocasiones, que pueden desplazarse a todo el pie incluidas las uñas», apunta Jorge Barnés.

La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) ha lanzado algunos consejos en sus redes sociales para prevenir peligros y problemas de salud en la costa como nadar en paralelo a la playa, respetar los tiempos de digestión o buscar puntos de referencia para no perderse.

Una veintena de vídeos ya están disponibles en las cuentas de Youtube, Facebook o Twitter de la Federación con consejos para la prevención de ahogamientos en playas y piscinas. Asimismo, la RFESS pide especial atención para los más pequeños, que no deben bañarse sin presencia de un adulto y solicita a sus familiares que tengan cuidado con los flotadores, ya que pueden alejarles de la orilla sin darse cuenta.

Sin embargo, la Federación advierte que las zonas sin olas y que aparentemente están más tranquilas pueden ser las más peligrosas, pues es donde se concentra el agua procedente de la ola y vuelve con fuerza hacia el mar.

En ese caso, nadar en paralelo a la playa o regresar a la orilla buscando las olas puede ser la mejor opción.

La institución médica madrileña referente en oftalmología, Clínica Rementería, ha compartido unos motivos por los que las gafas de bucear sirven para algo más que los juegos y actividades bajo el agua. «Lo fundamental es que aún sumergidos bajo el agua, a 50 cm de la superficie, los rayos del sol siguen siendo igual de intensos por eso es necesario el uso de las gafas de buceo», advierte el director médico de la Clínica Rementería, Javier Hurtado.

Desde la clínica resaltan que «no es agua todo lo que ves», ya sea en el mar, en ríos o piscinas en el agua conviven tanto bacterias como gérmenes que pueden ser dañinos para la salud ocular.

Curiosamente el agua puede provocar que se resequen las mucosas y se desarrolle síntomas de ojo seco por lo que la solución más cómoda pasa por el uso de estas gafas de buceo. «Si los niños se quejan de dolor en el ojo, molestias o manchas en sus párpados debemos acudir al oftalmólogo», concluye el doctor Hurtado.

¿Cómo cuidar la salud de los más pequeños?

1. Una buena hidratación

Debido a las altas temperaturas de estos meses y a una mayor sudoración es muy importante beber abundantemente para hidratarnos. Los expertos aconsejan beber una media de seis vasos de agua diarios, en el caso de mayores de cuatro años, y para los lactantes es recomendable darles agua entre tomas a partir de los cinco meses.

2. Una buena alimentación

En verano no se debe tomar comidas muy copiosas. Hay que optar por alimentos frescos y sanos como frutas y verduras. Se puede disfrutar de excelentes platos de temporada refrescantes, como son las ensaladas frescas, el gazpacho o los zumos naturales.

3. Prendas de vestir ligeras

A la hora de vestir a los niños hay que elegir ropa ligera y cómoda de colores claros, de algodón o con buena transpiración para evitar la aparición de granitos de la sudamina, muy molestos e incómodos. Lo mismo para el calzado, cómodos y que transpiren.

4. Precaución con la exposición solar

La exposición prolongada a los rayos del sol puede llegar a ocasionar daños en la piel como quemaduras solares, manchas solares, y en casos extremos, cáncer de piel. Para prevenir estas enfermedades es aconsejable usar protección solar, en el caso de los más pequeños usar cremas de factor 50. Además, es recomendable llevar gorra y gafas de sol para provenir problemas en los ojos.

5. Repelente de insectos

En zonas húmedas hay que proteger a los pequeños con repelentes de insectos. Si se tiene una picadura hay que hidratar la zona y vigilar que no haya signos de infección o rojez.

6. Cuida sus oídos

Las otitis son especialmente frecuentes en los meses de verano. Para evitarlas no se debe introducir nada en los oídos, ni siquiera los bastoncillos. Hay que evitar tener los oídos sumergidos durante mucho tiempo, y tras el baño, se debe procurar que salga el agua del oído inclinando la cabeza y secar las orejas con una toalla limpia.

7. Mucho deporte

La actividad física siempre es buena para la salud de los más pequeños que necesitan quemar grasas. No realizar ningún tipo de ejercicio en las horas centrales del día y siempre hidratarse bien durante los juegos.

8. Vigilancia en el agua

Tanto en piscinas como en la playa es muy importante supervisar los juegos en el agua, donde se suelen producir desorientaciones y ahogamientos. Hay que dejar a los niños bajo la supervisión de un adulto constantemente. Es necesario evitar que se lancen de cabeza a las piscina o que se adentren en el mar mientras juegan.

9. No dejar a los niños en el coche

No se puede dejar a los pequeños en el coche con las ventanillas cerradas bajo ningún concepto, ni por los «cinco minutos para un recado». Las altas temperaturas que se mantienen dentro de los coches puede ocasionarles un golpe de calor.

10. Aprovecha para dormir más y mejor

Los días largos acortan el periodo de descanso nocturno y hacen que sea más fácil madrugar y más difícil acostarse temprano. Es recomendable aprovechar para dormir la siesta, siempre que no supere una hora de sueño, que se haga en un lugar cómodo que no destroce la espalda y que no sustituya a las 6–7 horas mínimas de descanso nocturno para que puedas dormir bien. Es aconsejable mantener una postura bocarriba durante el sueño.