Los Remedios, el fallido ensanche con fama de rico

Es el distrito menos poblado de la ciudad –con 27.000 habitantes– que se segregó de Triana para reivindicar sus propios servicios e infraestructuras.

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
15 jun 2017 / 06:28 h - Actualizado: 15 jun 2017 / 07:18 h.
"Barrios","Radiografía a Los Remedios"
  • La plaza de Cuba es uno de los emblemas más representativos de la barriada sevillana de Los Remedios. / José Manuel Cabello
    La plaza de Cuba es uno de los emblemas más representativos de la barriada sevillana de Los Remedios. / José Manuel Cabello

Como distrito municipal apenas tiene once años de vida –se segregó de Triana en 2006–, aunque sus orígenes son más antiguos. En los años previos a la Exposición Iberoamericana de 1929 se proyecta la urbanización de la zona de Los Remedios –hasta entonces inundable por el meandro del Guadalquivir– con el objetivo de convertirse en «el ensanche de Sevilla». Sobre el papel se traza un barrio europeo de casas unifamiliares, edificios altos de negocios, zonas verdes y un paseo fluvial. La realidad, sin embargo, es otra. Primaron «los objetivos políticos inmediatistas antes que los cívicos» con edificios diferentes entre sí y de más plantas, recortando las zonas verdes y quedando solo dos grandes avenidas: República Argentina y Virgen de Luján. En definitiva, «un feo barrio burgués», como se atrevió a definir el catedrático Jorge Benavides, principal estudioso de la historia y la urbanística de Los Remedios.

Durante años formó parte de la unidad administrativa de Triana, aunque la experiencia colegiada no consiguió una distribución equilibrada de servicios y equipamientos. Los Remedios no es Triana, aunque las dos miren al Guadalquivir. Históricamente ha sido etiquetado como barrio rico, pese a que según datos del INE es más bien Santa Clara, con 50.000 euros de ingresos por familia al año. ¿A qué se debe la fama? La mayoría de sus residentes están relacionados directa o indirectamente con la alta y media burguesía. Las entidades vecinales puntualizan, no obstante, que no siempre se cumple esta máxima en los hogares de Los Remedios. «No todos somos familias pudientes. Hay de todo, como en cualquier barrio sevillano».

También les separa del viejo arrabal las reivindicaciones vecinales que responden a las necesidades concretas de este vecindario. Aunque cueste trabajo creer, sus calles necesitan «obras de urgencia» después de «años de parcheo». Denuncian que cuentan con calles que no las tiene ni el peor de los barrios de la ciudad. «El final de la calle Asunción, el que aún tiene tráfico, está impracticable. Hay agujeros y boquetes. En varias ocasiones hemos solicitado el arreglo en la junta municipal del distrito. La última vez ha sido el pasado marzo. La respuesta es siempre la misma: ‘no hay dinero’».

Otros puntos negros son la calzada de la glorieta de las Cigarreras y el acerado del depósito municipal de vehículos, en Alfredo Kraus. «Las raíces han reventado completamente el firme de la acera. El peatón se tiene que ir por la calzada y sortear los coches», relatan los vecinos, que, no obstante, reconocen que se han realizado obras, aunque «son insuficientes». «En los últimos años de la anterior corporación, se han pavimentado y reordenado algunas calles del barrio. Es más, Virgen de la Cinta se hizo ya con el nuevo ayuntamiento de Espadas aunque con presupuesto anterior, debido al atraso de las obras en el Colegio San José. Pero quedan muchas zonas por arreglar».

Hace unas semanas el gobierno local anunciaba «para finales del mes de julio» obras de Emasesa en la zona para renovar las redes de abastecimiento y saneamiento de varias calles del distrito e instalar un nuevo colector en la calle Niebla. «Es una gran inversión de ciudad que tiene como objetivo mejorar toda la red de Emasesa y establecer medidas contra las inundaciones. También queremos aprovechar para mejorar las condiciones de vida y el estado de la vía pública en las calles de Los Remedios», explicó el alcalde, Juan Espadas, en el acto de presentación que hizo a vecinos y medios de comunicación.

La inversión, que asciende a diez millones de euros, forma parte del Plan Director de la Cuenca Oeste de Sevilla. Las obras contemplan la reposición de las redes existentes en las calles Niebla (tramo comprendido entre las calles Arcos y Santa Fe) y las calles Arcos, Miño y Virgen de África (tramos comprendidos entre las calles Niebla y avenida República Argentina). En coordinación con la Gerencia de Urbanismo, se procederá a la pavimentación de la totalidad de calles Niebla (tramo comprendido entre las calles Arcos y Santa Fe), Arcos, Miño y Virgen de África (tramos comprendidos entre las calles Niebla y avenida de República Argentina). Los acerados se ejecutarán con baldosa de hormigón textura pétrea y bordillos de granito; las entradas a los garajes se pavimentarán con adoquín de hormigón y todos los vados peatonales afectados por las obras se han diseñado para cumplir con la normativa de accesibilidad vigente. Por último y, respecto a la afección al Parque de Los Príncipes, el gobierno municipal ha avanzado que se repondrán «la totalidad de las praderas y el mobiliario urbano afectados por las obras».

Los vecinos advierten que el retraso en la obra podría afectar a la celebración de la Feria de Abril 2018. «Tiene una duración de diez meses, por lo que se puede ver un número con la cantidad de gente que pasa por aquí esos días», señalan los vecinos.


El barrio de la Feria

Y es que Los Remedios acoge desde el año 1973 la Feria de Abril. Una ciudad efímera de 1.047 casetas, 15 calles, medio centenar de atracciones y miles de personas que alteran la rutina de estos vecinos. «No es solo la semana de Feria. Son los meses previos de montaje, y los posteriores de desmontaje, con sus molestias, ruidos y demás problemas de convivencia», subrayan los vecinos. Relacionada con esta celebración y también durante todo el año, el barrio es el lugar elegido por grupos de jóvenes para desafiar la ley autonómica y realizar botellonas para los sufridos residentes que no cesan en su empeño de erradicar este problema que les quita el sueño. Tienen propuestas aunque apelan a «una mayor voluntad política» para conciliar movida nocturna y derecho al descanso. También hay quejas por decibelios demás con la proliferación de veladores en las nuevas zonas peatonales, como el primer tramo de la calle Asunción que cerró al tráfico en 2010. La principal arteria comercial –en el mismo nivel de la histórica calle Sierpes– ha sido tradicionalmente el motor principal de muchas familias. Algunas han tenido que echar el cierre o reconvertir su negocio para adaptarse a los nuevos tiempos. «Para unos un éxito, para otros, un fracaso. Por la tarde es el gran patio de recreo del barrio. El comercio que se beneficiaba del tráfico, ha desaparecido. Lo mismo se abre que se cierran establecimientos de cadenas conocidas», concluyen.