No le ha dejado de sonar el teléfono en toda la mañana. Le llueven las felicitaciones a Francisco Vélez después de ganar anoche las elecciones a la presidencia del Consejo de Cofradías, imponiéndose por 64 votos a 55 de su contrincante, el hasta ahora presidente de la institución, Antonio Piñero. Aún así, Vélez solo piensa en «empezar a trabajar». De hecho, ya ha comenzado a organizar con el delegado diocesano de Hermandades, Marcelino Manzano, la ceremonia de toma de posesión de la nueva junta superior que finalmente será el próximo viernes 23 de noviembre a las 20 horas en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla ante la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla. Comenzará entonces la era Vélez en San Gregorio.
¿Cuáles son los retos del nuevo Consejo de Cofradías? Entre las prioridades está restañar el prestigio social perdido por los continuos conflictos internos en los últimos años y que ha provocado que las dimisiones de los dos últimos presidentes, Adolfo Arenas en octubre de 2012 y Joaquín Sainz de la Maza, más recientemente, el pasado mes de junio. Filtraciones, cuestiones personales... La institución se ha visto envuelta en demasiadas polémicas y tensiones que han terminado pasando factura.
En este sentido, Francisco Vélez y su equipo se han puesto como «primera meta» la de «recuperar la confianza, el cariño y la autoridad moral, que estamos falto de ello». Para ello, el presidente electo ha asegurado a El Correo de Andalucía que tanto él como su equipo se van a «dejar la piel» en «servir y gestionar lo mejor que pueda» esta institución para que «vuelva a ser lo que nunca debió de dejar de ser».
Para lograrlo se han marcado como «primer paso obligado» mantener «conductas modélicas y actuar con criterios y de forma coherente, con un sentido de Iglesia, que es lo que debe estar siempre presente en esta institución».
En segundo lugar, en la agenda de este nuevo Consejo está el tema del Martes Santo, que aspira a repetir la experiencia del año pasado en la que la jornada invirtió su sentido de paso por Carrera Oficial como posible solución a sus eternos problemas de horarios y recorridos. Veléz siempre ha manifestado que «hay soluciones alternativas satisfactorias para todos sin tener que alterar el sentido». Por todo ello se enmarca como una cuestión prioritaria: «Desde el minuto uno vamos a trabajar en alcanzar un proyecto de Martes Santo que nos involucre a todos y que sea satisfactorio para todos: para las hermandades y para la sociedad civil sevillana. Creo además que se puede conseguir».
«Retoques puntuales y paulatinos en Sierpes»
Otro de los desafíos sería afrontar una posible reforma de la Carrera Oficial. ¿Nuevo trazado? ¿Modificaciones del actual? Francisco Vélez apuesta más por «retoques puntuales» en alguna zona concreta, como «la calle Sierpes». Ahora bien, este cambio se haría con unas pautas concretas: «No sería instantáneo, sino paulatino para no afectar a los abonados de allí, que llevan muchos años». Igualmente, está el tema de afianzar con el Cecop del Ayuntamiento de Sevilla el dispositivo de seguridad para puntos de aglomeración de público en la ciudad y para días claves de la Semana Santa, como la Madrugá. ¿Vallas y aforamientos? «En determinadas situaciones» sí, pero «sin olvidar que estamos ante una manifestación de religiosidad y no se puede separar a los fieles de las imágenes sagradas por lo que se impone un equilibrio que debe ser muy exquisito entre ambos fines». En el término medio está la virtud.
El perfil: 18 años en el Consejo
Francisco Vélez es un histórico en el Consejo de Cofradías de Sevilla. Entró en el año 1996 y ha sobrevivido a cinco presidentes del Consejo: Antonio Ríos, Manuel Román, Adolfo Arenas, Carlos Bourrellier y Joaquín Sainz de la Maza. Durante estas casi dos décadas de servicio a las hermandades sevillanas, ha desempeñado los cargos de delegado del Miércoles Santo, de la jornada del Domingo de Ramos, responsable de las relaciones con el Cecop del Ayuntamiento de Sevilla y, en los últimos dos años, como tesorero del órgano cofradiero. Ahora asume «con enorme responsabilidad» la presidencia del Consejo, acompañado por José Roda Peña (vicepresidente), José Carretero Guerra (secretario) y Alejandro Marchena Blanco (tesorero) como miembros de la junta superior.
Confiesa que cuando este jueves fue proclamado presidente sus primeros pensamientos fueron para «dar gracias a Dios» después de que viviera «con inquietud» toda la jornada electoral en la sede de San Gregorio. «Expuse mi proyecto. No le pedí a nadie el voto. El que estuvo de acuerdo me votó y el que no, no». Eso sí, el resultado 64-55, con nueve votos de diferencia, supone el mayor margen de los últimos años. Hay que remontarse al año 2000 en el cara cara de Manuel Román y Jesús Creagh para obtener una diferencia tan holgada.
Sin embargo, han incrementado los votos en blanco: un total de cinco frente a los dos cosechados en los últimos comicios. «Si alguien ha votado en blanco porque no ha tenido claro el proyecto de ninguno de los dos candidatos, voy a hacer todo lo posible para que esos cinco votos en blanco, esas cinco hermandades, en poco tiempo estén convencidos de nuestro proyecto y de nuestro equipo».
Casado y con una hija, este abogado de 65 años en activo y con despacho propio, es hermano de las hermandades de Montesión, Vera-Cruz, Soledad de San Lorenzo y Divina Pastora de San Antonio. Ha sido también fiscal en las dos primeras y teniente de hermano mayor en la Pastora.