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Los ladrones dejaron revueltas todas las estancias de los pisos. / El Correo
Imaginen que están de vacaciones, en la playa o de viaje fuera del país, y reciben una llamada telefónica de la empresa de videovigilancia que tienen contratada: les avisan que hay «dos encapuchados dentro del piso». Es lo que les ha ocurrido este mes de agosto a una veintena de familias de Sevilla Este, que han tenido que volverse del retiro estival y enfrentarse al duro trago de encontrar toda la vivienda revuelta y sin el dinero metálico que habían dejado ni las joyas familiares, muchas «de un valor incalculable».
Los hechos se concentraron en los últimos quince días de agosto, según han denunciado los vecinos. Aprovechando que los propietarios se encontraban unos días fuera y que los bloques de pisos suelen quedar casi desérticos, los ladrones idearon dar un golpe conjunto en la zona antigua de Sevilla Este, en concreto en la denominada plaza de la Malagueta, justo detrás de un conocido hotel del barrio. Hasta un total de 21 robos se produjeron en los bloques de pisos de esta zona en apenas unos días. En uno de ellos, los vecinos llegaron incluso a constatar seis asaltos a viviendas en una misma madrugada.
¿Cómo acceden al interior? «Ninguna puerta forzada. Ni ventanas rotas. Al parecer llevan una llave maestra y van entrando vivienda por vivienda», explican los vecinos afectados, que han puesto sus debidas denuncias a la Policía Nacional, en las que igualmente han detallado tanto el dinero que acumulaban en sus domicilios, así como joyas y objetos de valor personales que les han sido sustraídos a consecuencia de esta oleada de robos perpetrada en sus domicilios. «No quieren nada más que dinero. Lo revuelven todo: armarios, cajones... hasta dar con algo de valor como joyas o dinero. En mi caso, por ejemplo, se llevaron todas las alhajas de mis hijos de cuando eran pequeños y otras que eran recuerdos de familia que guardan un gran valor sentimental. No te puedo decir cuánto. Es incalculable», lamenta uno de los residentes afectados.
Ha pasado ya un tiempo pero muchos vecinos reconocen que aún viven «con el miedo metido en el cuerpo». A más de uno les cuesta olvidar aquellos días y, más aún, conciliar el sueño. «Es una situación en la que nunca antes nos hemos visto envueltos y, esperemos que no se vuelva a repetir. Solo pensar que han estado dentro de mi casa... Esto no se me va a olvidar en la vida», afirma una de las propietarias del bloque asaltado. Otras, sin embargo, no pueden ni ver las fotografías que tomaron del interior de los pisos para ayudar a la investigación que ha iniciado la Policía para detener a los responsables y dar con los objetos de valor que han sido sustraídos.