El respaldo del 83 por ciento de la militancia en su reelección como coordinador regional de IU en Andalucía ha supuesto también un espaldarazo a su idea de futuro para el partido, basado en la confluencia con Podemos y otras fuerzas. Pero Antonio Maíllo tiene claro que el modelo a seguir no puede ser el que se desarrolló a nivel federal. «Unidos Podemos no era una confluencia, era una coalición electoral hecha deprisa y corriendo. Es un contra modelo para lo que queremos hacer en Andalucía».
Así de claro se mostró durante la entrevista concedida al programa Lo Hablamos de El Correo TV, en el que también repasó otros temas actuales. Sobre el futuro de su formación, Maíllo señaló que esta integración de fuerzas no supondría una pérdida de identidad de IU. Se trata más bien, dijo, de «confluir con más gente para tener más capacidad de influir en el futuro de Andalucía». Y para alcanzarlo, Maíllo piensa que esta unión debe ser «un instrumento de acordar, no tanto desde dónde venimos sino hacia donde se quiere ir para lograr un modelo de cambio político y social».
En lo que no quiso entrar fue en los detalles del acuerdo. No está decidido quién va a llevar el peso de la cara del cartel, si Teresa Rodríguez o el propio Maíllo. «Eso es la pintura del bloque», dijo. Por el momento, considera que el inicio del proyecto debe basarse en «establecer una referencialidad cómoda los dos». Es decir, compartir el peso para «construir un modelo político que atraiga a mucha gente para ofrecer esperanza a Andalucía».
Lo contrario, que IU y Podemos siguieran separados, «solo garantizaría el estatus quo actual». Por ello, apelan «al mandato de la gente» para ser «una alternativa y no la bisagra de nada». Y en este modelo buscarán «hacer guiños y disputar el espacio de la gente que ahora mismo está apoyando al PSOE y que está muy decepcionada». Incluso con las voces de IU que no respaldan esta unión. «La confluencia se hace desde la comodidad de las partes y a nadie se le puede pedir que deje de ser lo que es. Ese debate lo hemos superado».
Y al margen del futuro de su partido, Maíllo también se enfrentó a otros asuntos como la postura que mantendrán con respecto al presupuesto andaluz de 2018. «No lo apoyaremos», dijo. Fundamentalmente porque la bajada de impuestos «solo beneficia a aquellos que más pueden aportar» y porque su relación con Susana Díaz, «el ala más derechista de todo el PSOE», no existe fuera de «lo institucional». Con ella aseguró que nunca formará parte de un gobierno, al considerarse «incompatibles».
No rehusó dar su opinión sobre el conflicto de Cataluña y tampoco calificar a los presidentes de ANC y Omnium Cultural como «presos políticos». De ellos dijo que «es una indecencia que estén en la cárcel mientras que hay gente que ha robado y que esté pavoneándose por ahí» . Por ello pidió «diálogo» y que Rajoy afronte un asunto que «ha dejado pudrir los últimos siete años».