Manos Unidas de Sevilla acometerá 21 proyectos de desarrollo en tres continentes

Las actuaciones suponen una inversión de 937.817 euros, cantidad que se espera conseguir gracias, entre otras fuentes de financiación, a la gran colecta que se llevará a cabo este fin de semana en los templos de la Archidiócesis

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
07 feb 2019 / 16:29 h - Actualizado: 07 feb 2019 / 18:06 h.
"Religión"
  • Un momento de la rueda de prensa celebrada este jueves en el Arzobispado. Foto: J. R.
    Un momento de la rueda de prensa celebrada este jueves en el Arzobispado. Foto: J. R.

La delegación sevillana de Manos Unidas ha asumido la realización de 21 proyectos de desarrollo y promoción en países del Tercer Mundo, dentro de la sesenta aniversario de esta campaña contra el hambre que ha sido presentada este jueves en el Arzobispado de Sevilla. Todos los proyectos asumidos por la delegación sevillana ascienden a 937.817 euros, cantidad que se espera conseguir gracias, entre otras fuentes de financiación, a la gran colecta que se llevará a cabo este fin de semana en todos los templos de la Archidiócesis.

El acto presidido por el arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, ha contado con las intervenciones de la presidenta delegada, María Albendea; el responsable de proyectos, Fernando Fabiani; y el misionero seglar peruano Ismael Vega. Albendea ha destacado el trabajo en red que se realiza en colaboración con otras instituciones, y que esta campaña centra su atención en el papel de las mujeres en los países empobrecidos, pues, como ha recalcado, «una de cada tres mujeres de hoy no es como la imaginamos». Además, ha subrayado los esfuerzos que Manos Unidas ha invertido «para dotar a los países del tercer mundo de infraestructuras de calidad». A modo de ejemplo, en los últimos diez años –añadió Fabiani- esta «obra de la Iglesia» ha apoyado 1.104 proyectos agropecuarios, 2.433 educativos, 1.209 sanitarios o 1.495 proyectos para mejorar las condiciones mediante el apoyo a iniciativas socioeconómicas, de los que se han beneficiado decenas de miles de personas. La presidenta delegada ha concluido recordando que en Manos Unidas «ponemos rostros a las cifras, rostros que nos interpelan».

Por su parte, Ismael Vega ha expuesto la situación que viven las comunidades de la Amazonía peruana, afectadas por «un profundo proceso de desforestación» que afecta no sólo a la ecología –«uno de los pulmones de la Tierra»- sino al destino de las comunidades que vivían allí. En referencia a la presencia en la zona, de la Iglesia en general y de Manos Unidas en particular, ha valorado «muy positivamente» su incidencia en el desarrollo de estos pueblos, y su apoyo a las iniciativas que redundan en «un progreso sostenible de la zona». Ha cerrado su intervención subrayando el papel de las mujeres en estas comunidades indígenas -«poco a poco van ganando espacios, visibilidad y protagonismo»-, y reconociendo que «gracias al trabajo de Manos Unidas hemos conseguido que se reconozca el atropello que se ha cometido con muchas familias afectadas por los derrames petrolíferos en esta zona de Perú».

«Una obra de la Iglesia»

Por úultimo, monseñor Asenjo ha ponderado el trabajo que realizan los voluntarios de Manos Unidas con su presidenta a la cabeza. En su alocución ha destacado el carácter eclesial de lo que ha definido como «una obra de la Iglesia». En este sentido, ha reafirmado la identidad religiosa de Manos Unidas y ha recordado la preocupación de los obispos españoles por la secularización interna que hubo en algunas obras eclesiales hace algunos años. Dirigiéndose a los voluntarios asistentes les ha pedido que «cuidéis muy bien la entraña religiosa de Manos Unidas».