Marta del Castillo: nueve años de una búsqueda eterna

El caso Diana Quer ha vuelto a poner en evidencia los errores de esta investigación. Miguel lleva casi la mitad de la condena cumplida. No recibe visitas, solo cartas de alguna admiradora

23 ene 2018 / 23:05 h - Actualizado: 24 ene 2018 / 08:58 h.
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Tal día como hoy a las cinco y media de la tarde, Marta del Castillo salía de su casa para no regresar jamás. Su verdugo la esperaba a las puertas de su casa y nueve años después el paradero de su cuerpo sigue siendo un misterio. Un aniversario que este año ha recobrado fuerza porque se produce semanas después de que la Guardia Civil haya logrado localizar el cuerpo de Diana Quer, después de arrancarle una confesión al supuesto autor de este crimen. Algo que en el caso de Marta nunca se logró.

Por eso ayer el padre de la joven, Antonio del Castillo, decía que sentía «envidia sana» de los padres de Diana, porque ellos «ya han podido cerrar este capítulo, que nosotros seguimos teniendo abierto». Lo decía a las puertas del número 3 de la calle Argantonio, el mismo lugar en el que tantas veces le hemos visto atender a la prensa en estos nueve años y en el que se despidió, sin saberlo, de su hija por última vez. Miguel Carcaño la esperaba como muchos otros días a bordo de su moto. Hoy pasa sus días en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde lleva ya cumplidos nueve de los 21 años y tres meses que le fueron impuestos por asesinato y un delito contra la integridad moral. No tiene visitas, hace más de un año que ni siquiera escribe a su abogada, el único contacto que tenía con el exterior, más allá de alguna novia que le había surgido por correspondencia. Podría plantearse solicitar permisos penitenciarios, pero fuentes judiciales aseguran que es «muy difícil» que se los den por la gravedad de los hechos, porque no tiene arraigo familiar y «porque no ha pagado ni un euro de la responsabilidad civil». Lo único que tenía era el piso de León XIII donde ocurrió el crimen, que le fue embargado por el banco al no pagar la hipoteca, y una vieja moto que tenía tan poco valor que fue destruida.

Un relato incompleto

Él ha sido el protagonista indiscutible de estos nueve años que comenzaron con Marta pasando la tarde con él. Sobre las ocho, según el relato de la sentencia, fueron al piso de Miguel en León XIII, donde en ese momento estaba su hermano. A partir de ahí, lo que ocurrió no está claro, pues sobre este caso hay dos sentencias y ambas con relatos diferentes. Tampoco ha ayudado mucho los cambios de versiones de Carcaño, que ha ofrecido varios relatos sobre cómo murió la joven y sobre su paradero. «Posiblemente la versión sea un conjunto de todas las versiones y podríamos saber qué hechos pasaron realmente, pero ni con las dos sentencias sabemos lo que realmente pasó aquella noche», asegura la abogada de la familia, Inmaculada Torres.

A las ocho y media Marta ya no contestaba al teléfono. Los investigadores y jueces creen que la joven ya estaba muerta, porque no respondió ni al mensaje ni a la llamada de una amiga. Ni a esa ni a las muchas que le haría su madre a la largo de la noche y que pusieron en alerta a la familia y amigos. La sentencia sostiene que Marta, que tenía 17 años, falleció tras recibir un golpe con un cenicero que le propinó Carcaño en el transcurso de una discusión. Para entonces, según los jueces, el hermano de Miguel ya había abandonado la vivienda. El Cuco llegaría cuando la chica yacía en la habitación de Carcaño y sería él quien le ayudó a deshacerse del cuerpo. «Entre los dos y con ayuda de al menos un tercer desconocido», que hoy sigue siendo un misterio, pues los jueces absolvieron al hermano de Miguel, Francisco Javier Delgado, a la novia de este, María García, y a su amigo Samuel Benítez, porque no había pruebas que los implicaran. «Ha fallado la investigación porque el principal fallo es que no hay cuerpo y que la mayoría de las personas imputadas fueron absueltas. Eso fue como consecuencia de una investigación donde se dejaron muchos vacíos. A raíz de esos fallos en la investigación vienen todos los fallos posteriores. No se le pudo entregar al tribunal sentenciador todos los datos necesarios para poder condenar a estas personas, aunque ellos tuvieran el convencimiento de que participaron en los hechos», afirma la letrada.

Las pesquisas policiales dieron su fruto el 13 de febrero con la detención de Miguel Carcaño. Los agentes le mostraron una mancha de sangre de Marta en su chaqueta y se derrumbó. En tan solo un fin de semana había cuatro detenidos, el quinto, la novia del hermano de Miguel, llegaría días después. Para los agentes el círculo estaba cerrado. Durante un mes los investigadores estuvieron rastreando el río palmo a palmo, partiendo del puente peatonal de Camas desde donde dijo Miguel que la arrojaron. Se utilizaron señuelos y hasta un rastrillo de grandes dimensiones sin encontrar nada. Fue entonces cuando Miguel dio el primer giro al caso al declarar que El Cuco y él violaron a Marta y que luego se deshicieron del cuerpo arrojándolo en un contenedor. La búsqueda se desplazó entonces al vertedero durante otro mes. Pero Miguel no fue el único que ofreció versiones sobre lo ocurrido. La que era su novia en el momento relató a la Policía que Miguel le había confesado el crimen aquella noche y que la había enterrado en un terreno situado tras su casa, situada en la barriada de Caño Ronco en Camas. Se buscó allí y en una zona próxima conocida como la Ruta del Agua.

Mientras en los juzgados arrancaba el primer juicio, el de El Cuco, el 24 de enero de 2011, dos años después. Este fue condenado a tres años de internamiento y a uno de libertad vigilada por un delito de encubrimiento; y en octubre de ese mismo año llegaba el gran juicio, tras un nuevo cambio de versión de Miguel que ahora acusaba a su amigo Samuel de llevarse el cuerpo con la ayuda de su tío. De los cuatro adultos que se sentaron en el banquillo, solo fue condenado Carcaño, que en 2013 sorprendía con un nuevo cambio de versión, en la que culpa de la muerte de Marta a su hermano y con la que llevó la búsqueda a Majaloba, en La Rinconada.

Pero además, en este tiempo, a Marta se le ha buscado en tres puntos distintos de una escombrera en Camas. Y el año pasado en la dársena del río. La última gran búsqueda fue bajo un campo bajo la SE-30 cerca de Camas. La familia de Marta tiene sus esperanzas puestas ahora en la causa abierta contra la madre de El Cuco por falso testimonio, después de que unas grabaciones desvelaran que ella supuestamente pudo conocer lo ocurrido aquella noche.